Khaled Hosseini, el afgano autor del best seller El cazador de cometas, ha vuelto a las librerías con un libro sencillo y contundente, Súplica a la mar, publicado por Salamandra (en catalán, Plegària al mar, Edicions 62), una obra inspirada en la muerte del niño kurdo Alan Kurdi en la playa de Bodrum en 2015. El libro, al mismo tiempo, quiere ser una llamada de atención a la tragedia de los refugiados que quieren llegar a Europa y que se juegan la vida cruzando el Mediterráneo. Súplica a la mar es una historia muy breve, que completa su sentido con unas magníficas ilustraciones de Dan Williams. Se trata de una publicación benéfica: los beneficios que genere serán destinados a la Fundación Khaled Hosseini, que ayuda a los refugiados afganos, y al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
La historia de Súplica a la mar es la de un padre, de la ciudad siria de Homs, que se ve obligada a dejar su tierra, huyendo de la guerra, en compañía de su hijo, Marwan. La historia de tantos y tantos refugiados que se tienen que marchar de sus casas, amenazados por las bombas, por el hambre... Historias de miedo, de angustia, de inseguridad...
Súplica a la mar es una llamada desesperado a la solidaridad con los refugiados. Intenta que el lector se identifique con la historia, que la viva como si fuera la suya propia. Y apela a los sentimientos más básicos: la vida de barrio, la alegría de compartir un buen momento, la angustia por la incertidumbre... Y sobre todo, el amor por un hijo. No es un libro nada sofisticado. Es corto de extensión, con una trama sencilla y con un lenguaje directo. Y, a pesar de todo, es terriblemente efectivo. Un grito en favor de la solidaridad que no se puede dejar de escuchar. Una historia directa, emotiva, dura... Preciosa.