Después de pasar el año pasado por la sección Zabaltegi-Tabakalera con el cortometraje Heltzear, Mikel Gurrea (San Sebastián, 1985) vuelve al Festival de San Sebastián por la puerta grande con Suro, ópera delgada que compite por la Concha de Oro. La película, rodada en catalán, narra la historia de una pareja –que interpretan Vicky Luengo y Pol López- que deja la ciudad y se traslada vivir en medio del bosque para reactivar una explotación de corcho. La historia explora las dificultades de las generaciones jóvenes, preocupadas por el ecologismo, la libertad y la tolerancia, por vivir según sus ideales. "Es muy difícil vivir según las creencias, tenemos que aprender a convivir con contradicciones", opina Gurrea.
La necesidad de contradecirse
La película, rodada entre los municipios ampurdaneses de Darnius, Agullana, Maçanet de Cabrenys y Figueres y con una decena de actores no profesionales, explora las contradicciones de las nuevas generaciones de jóvenes, que se debaten sobre si vivir o no en una ciudad, si tener hijos, cómo y dónde trabajar, cÓmo practicar el ecologismo, la tolerancia o la libertad. El argumento pivota también en la tensión entre aquello local y lo que es de fuera, entre lo que se piensa y lo que se hace, en definitiva, según el director, la contradicción "entre aquello que somos y aquello que querríamos ser". Cuando acogen en casa a un trabajador en situación irregular, pone a prueba su sentido de la solidaridad y la tolerancia. Gurrea explica que el embrión de la película nace de una experiencia personal, sumado a una exploración de sus propias contradicciones. La tensión entre los ideales y la dificultad en llevarlos a la práctica se encuentra en la génesis del argumento, personificado en una pareja que intenta refundarse poniendo en marcha una explotación corchera.
La tensión entre los ideales y la dificultad en llevarlos a la práctica se encuentra en la génesis del argumento
Para el director, la contradicción es "necesaria" y cree que "cuestionarse es necesario para hacerlo mejor". "Helena e Ivan cometen errores porque son humanos. Tenemos que vivir con las contradicciones", observación. En la huida para dejar el contexto y la comunidad con el objetivo "de aislarse para crear una utopía", la situación los lleva a "desconectarse más que a conectarse". La actriz protagonista, Vicky Luengo, también considera que es difícil vivir según la ética individual porque la "vida cambia" y uno no se puede exigir "ser el mismo que hace diez años". "Como todos necesitamos ser amados, no nos atrevemos a seguir las creencias porque quieres la aprobación de quien tienes delante", añade. En este sentido, la crisis de la pareja considera que tiene más que ver con el hecho de que crezcan en direcciones "opuestas" y no tanto en que el amor se haya acabado.
Como todos necesitamos ser amados, no nos atrevamos a seguir las creencias porque quieres la aprobación de quien tienes delante
Luengo califica a los protagonistas como una "pareja de resistencia". Así, cree que el amor es también la "lucha" –"no el sufrimiento", añade- y sostiene que las relaciones de pareja pasan "por muchos lugares y no todos son fáciles". "Muy a menudo, el amor está en cómo te separas. Mucha gente enseña cómo ama cuando se separa, en el conflicto se muestra cómo se ama", concluye. La producción, de Lastor Media y Malmo Pictures con colaboración con Irusoin y el apoyo del ICEC, ICAA, EiTB y Europa Creativa Media, se estrenará en los cines el 2 de diciembre.