Sven Tuytens, corresponsal en España de la radio televisión pública belga, ha publicado Las mamás belgas. La lucha de un grupo de enfermeras contra Franco y Hitler (ediciones El Mono Libre). Se trata de un estudio sobre un grupo de mujeres que en 1937 fueron de Bélgica hasta Ontinyent para servir como enfermeras en un hospital de guerra financiado con fondos de la Internacional Socialista y de los sindicatos belgas. Este hospital, situado en Ontinyent, recibió a numerosos heridos a lo largo de la guerra.
Una foto, con mucho trayecto
Hace algunos años, en un archivo belga, un historiador regaló a Tuytens una fotografía en que se veía un grupo de mujeres en la plaza Catalunya. Se trataba de unas voluntarias que habían salido de Bélgica para dar apoyo a la República como enfermeras. Tuytens pensó en hacer un pequeño reportaje sobre el tema. Pero la cosa fue a más. Cuando ya había acumulado muchas informaciones, conoció a una mujer que había trabajado con ellas cuando tenía 15 años y que todavía estaba viva y con la cabeza bien despejada. Además, vio que el lugar donde habían trabajado las enfermeras continuaba en pie y empezó a plantearse la posibilidad de grabar un documental. Hizo, pues, una película sobre la estancia de estas internacionalistas en España. No creía que tuviera mucho recorrido, pero se empezó a utilizar en debates de memoria histórica, y acabó por visualizarse mucho. Y alguna de la gente que lo vio acabó por ofrecer nuevas informaciones a Tuytens. Con estas aportaciones pudo elaborar el libro Las mamás belgas, que no se limita a analizar la estancia de estas mujeres en el hospital de Ontinyent, sino que investiga quiénes eran y qué hacían antes de la guerra y qué hicieron tras la guerra civil española. La historia no podía ser más aterradora, pero al mismo tiempo, más ejemplar. El original del libro, en neerlandés, ha sido traducido al castellano, y el autor ya piensa también en publicarla en catalán.
Cambio de vida
Las voluntarias "belgas" en realidad no eran originarias de Bélgica. Se trataba de mujeres de origen judío procedentes de los países del Este de Europa (Polonia, Hungría, Rumania...). Sus familias habían huido de los pogroms antisemitas de sus países de origen y se habían instalado en Bélgica. Allí sus hijas habían roto con el tradicionalismo de sus familias, habían huido de la religión y del sionismo y se habían afiliado al Partido Comunista o a organizaciones de izquierdas, como el Socorro Rojo Internacional. Cuando estalló la guerra civil española lo tuvieron claro: había que ir a España a defender la República y a combatir el fascismo. Tardaron meses en conseguirlo. Primero fueron a París, y allí, con el apoyo del Partido Comunista francés, cruzaron la frontera e hicieron escala en Figueres. Llegaron a Barcelona el 1 de mayo de 1937, el día en que se tomó la fotografía de la plaza Catalunya que regalaron a Tuytens y que ahora se emplea como portada del libro. "Para ella era una fiesta, estaban eufóricas", explica Sven Tuytens, "porque por fin tenían ocasión de dar apoyo a la República".
Sin armas, pero combado
Estas mujeres, que no tenían formación médica, fueron destinadas a un gran hospital donde llegaban heridos de la línea de combate, a menudo en estado grave. Ellas actuaron como enfermeras, pero también crearon una célula del Partido Comunista. No se resignaban al papel tradicionalmente reservado a la mujer de cuidar a los enfermos. Aguantaron en Ontinyent hasta al fin de la guerra. Pudieron huir hacia Argelia en uno de los últimos vuelos de la aviación republicana. En Argelia, a diferencia de los brigadistas, no tuvieron grandes problemas, y pudieron pasar a Francia, desde donde se desplazaron de nuevo a Bélgica.
La derrota más dura de las mamás belgas la tuvieron cuando se establecieron en los países en que imperaba el estalinismo
Los otros combates
Pero Bélgica muy pronto sería invadida por los nazis. Y estas mujeres, "lo tenían todo a perder, como judías y como veteranas de la guerra de España", explica Tuytens. Por eso algunas no dudaron en pasarse a la resistencia armada, por la que algunas pasaron en los campos de concentración nazis. Pero han sido poco recordadas. Según el autor del libro, "han sido doblemente olvidadas, por ser mujeres y por ser judías". En realidad, ni siquiera se convirtieron en un emblema para los partidos comunistas, ya que al acabar la guerra muchas volvieron a sus países de origen, confiadas en encontrar el paraíso de una sociedad socialista, pero se encontraron con la pervivencia del antisemitismo y con la represión estalinista. Tuytens cree que fue, quizá, su derrota más dura. Muchas optaron por volver a Bélgica. Allí no fueron recibidas cálidamente. En realidad, la policía belga, en tiempo de la guerra fría, temía que colaboraran con la Unión Soviética y las investigó a fondo.
La transparencia en los archivos policiales demuestra el nivel de democracia que tiene un país
Archivos policiales belgas, con puertas abiertas
Justamente la información de los archivos policiales belgas ha sido de gran utilidad para que Tuytens pudiera reconstruir la vida de las enfermeras tras salir de España. El periodista belga lo tiene muy claro: "La transparencia en los archivos policiales demuestra el nivel de democracia que tiene un país. Es una pena que en España nunca se hayan abierto los archivos de la policía franquista". Pero la investigación del hospital de Ontinyent ha llevado a Tuytens por muchos otros escenarios: ha pasado por el archivo de las Brigadas Internacionales en Moscú, por la Filmoteca Valenciana, por el Archivo Militar de Ávila, por la Biblioteca Nacional de España y naturalmente, por Ontinyent, donde encontró documentación de mucho valor en el Ayuntamiento. Y una cosa que no esperaba: en el convento de los franciscanos donde estuvo el hospital se conservaban todos los libros de la biblioteca de los brigadistas internacionales, con la literatura más revolucionaria de la época. Estos libros sobrevivieron al franquismo porque, durante la dictadura, nadie se preocupó de ir a buscar literatura subversiva a las instituciones religiosas. Tuytens no pudo hacer muchas entrevistas, porque la gente que conoció a las enfermeras ya era muy mayor, pero encontró entrevistas grabadas a las enfermeras en los años 1970, y las familias de algunas de "las mamás belgas" le ofrecieron materiales familiares de gran calidad. Pese a todo, una de las mejores perlas la encontró en el archivo del Partido Comunista Francés: tenían un documental con unas imágenes de una gran calidad sobre el hospital de Ontinyent. No es raro que las imágenes fueran tan buenas, ya que el encargado de rodarlo fue un fotógrafo de primer nivel: Henri Cartier-Bresson.
Modelo de mujeres
Sven Tuytens se siente muy satisfecho de haber reconstruído la historia de estas mujeres: "No eran famosas, pero eran muy representativas de unas mujeres de los años 1930 que eran muy solidarias, que tenían unos ideales muy fuertes, que supieron luchar". Y apunta que combinaban la reivindicación socialista con la exigencia de sus derechos como mujeres.
El debate sobre cómo resistir al fascismo de los años treinta tiene plena vigencia hoy
Ahora más que nunca
Tuytens considera de gran importancia publicar este libro ahora, en momentos de ascenso de la ultraderecha a toda Europa. "Estas mujeres se plantearon muy a menudo qué se tenía que hacer, como se tenía que resistir al ascenso del totalitarismo, y este debate de los años 1930 tiene absoluta vigencia hoy," explica Tuytens. El documental Las mamás belgas ha animado muchos debates, pero Tuytens considera que en el Estado español no se han hecho bastantes reflexiones históricas: "En Catalunya y en el País Valencià se hace un esfuerzo interesante, pero en Madrid y en el Sur es muy triste ver el desprecio que hay por la historia", explica. El periodista contrasta esta situación con la de su país natal: "En Bélgica con 8 o 9 años nos llevaban a los centros de detención, nos pasaban películas sobre la Shoah... En el Estado español no veo nada de eso. Sin embargo, todavía me sorprende que todavía haya gente que debata si Franco era un dictador o no". Y confiesa que le da "miedo" leer los discursos que difunde Vox.
Periodista en campos de minas
Tuytens afirma que las relaciones diplomáticas entre el Estado español y Bélgica están pasando por un momento crítico, con el cierre de la Casa Flamenca en Madrid y tensiones continuas, tanto por el exilio de Puigdemont y los consellers como por el de Valtonyc. Y afirma que el Ministerio de Asuntos Exteriores español está actuando con mucha contundencia contra la diplomacia belga. No confía mucho en que la situación mejore: "Todavía tendremos que ver muchas cosas", se lamenta...