7 de marzo de 1937, La Monumental, Jornada Internacional de la Mujer Antifascista. Una joven Teresa Pàmies arenga las masas vestida con una camisa soviética a cuadros blancos y azules que le había regalado Antónov-Ovséienko. La fotografía la firma su amigo Agustí Centelles y nos transmite el empuje revolucionario de una mujer que hizo de su existencia una lucha por el socialismo. Militante del PSUC, periodista y escritora, repasar su vida es una hazaña narrativa por su intensidad llena de experiencias.
Militante del PSUC, periodista y escritora, repasar su vida es una hazaña narrativa por su intensidad llena de experiencias
De Balaguer a París, pasando por Barcelona, el campo de concentración de Magnac- Laval, Santo Domingo, la Habana, México, Belgrado y Praga, el exilio la llevó a convertirse en un testigo imprescindible de la Guerra Civil, de la lucha antifranquista, y de la historia de los gobiernos eurocomunistas del S. XX. Después de más de una cincuentena de publicaciones, miles de traducciones y publicaciones de artículos, novelas y ensayos, colaboraciones radiofónicas, premios y reconocimientos, seguimos descubriendo aspectos de la gran pluma roja de Catalunya con este III Premi d'Assaig Ricard Torrents Bertrana publicado por la filóloga y escritora Montserrat Bacardí.

El exilio de "la lengua" que nos explica un siglo
El ensayo biográfico empieza repasando los orígenes de Teresa Pàmies i Bertran en Balaguer, una ciudad que la marcó por ser considerada una "niña" de comarcas, de pueblo, que fue despreciada en muchas ocasiones por las élites políticas y literarias que la rodeaban. La autora nos recuerda que entre 1976 y el 2012, año de su muerte, no apareció ninguna reseña de ninguno de sus libros en la prestigiosa revista Serra d'Or, una injusticia con su legado, ya que la calidad de los textos es inexcusable.
La autora nos recuerda que entre 1976 y el 2012, año de su muerte, no apareció ninguna reseña de ninguno de sus libros en la prestigiosa revista Serra d’Or, una injusticia con su legado, ya que la calidad de los textos es inexcusable
Teresa Pàmies fue una mujer que desde su juventud fue muy popular y estuvo acompañada por la genialidad cultural de la época. El pintor Hèlios Gómez, Lluís Companys, Santiago Carrillo, Federica Montseny, Francesc Boix, Fèlix Barriga, Angelita Grimau o Enrique Líster, son algunas de las personalidades con las cuales compartió espacios, militancia y amistades. Con diecisiete años ya decidió dejar de coser pantalones, para coser palabras al servicio del socialismo, aunque esta profesión de modista le sirvió en muchas épocas de su vida para ganarse el pan.
Con diecisiete años ya decidió dejar de coser pantalones, para coser palabras al servicio del socialismo, aunque esta profesión de modista le sirvió en muchas épocas de su vida para ganarse el pan
La narración nos revela constantemente como fue testigo de hitos y periodos históricos para entender la contemporaneidad; el I Congreso Nacional de la Mujer de Catalunya, la Primavera de Praga, Mayo del 68, el fusilamiento de Grimau o la expulsión de Jorge Semprún del Partit Comunista, son algunos ejemplos de sus vivencias. Montserrat Bacardí centra buena parte del ensayo a hurgar en los principios de la militancia política de la escritora porque su obra no se entiende sin ella. La Guerra y el exilio la apartaron de la familia y su lengua. En el campo de concentración de Francia y en los países donde viajaba, enviada por el partido, la lengua para socializar era el castellano; Bacardí remarca cómo Teresa anhelaba las letras catalanas y como siempre estuvo hablando de su tierra allí donde se encontraba. Dejó constancia los millares de artículos radiados o escritos en publicaciones como La Batalla y Nuestra Bandera durante el exilio o e Avui, primer diario en lengua catalana desde 1939. También dejó huella desde radio Pirenaica y sus novelas, llenas de géneros híbridos, nos relatan la complejidad de su tiempo haciendo un ejercicio de memoria, informando de sucesos con emotividad y franqueza.

Montserrat Bacardí centra buena parte del ensayo a hurgar en los principios de la militancia política de la escritora porque su obra no se entiende sin ella
A Gent del meu exili refleja sus círculos más próximos y en Testament a Praga, escrito a dos manos con su padre, explica la biografía del militante y jardinero municipal de Praga Tomàs Pàmies mezclada con sus reflexiones en París. Este último, hay que señalar, retornó a casa a la autora gracias al dinero del Premi Josep Pla de narrativa 1970. "Volveremos, volveremos, volveremos" le decía a su hijo Sergi Pàmies, era su mantra, su deseo más preciado: volver a Catalunya. Aquí revivió literariamente y con la muerte de Franco recuperó a su amor, Gregori López Raimundo, presidente del PSUC y dirigente en el exilio. Esta historia la relata Amor clandestí (1977), una crónica de su experiencia sentimental convertida en todo un clásico de las letras catalanas. Aun así, su vuelta fue dura, eludiendo siempre la censura del régimen y cuestionada celosamente por su tono crítico y autocrítico con el Partido.
Montserrat Bacardí nos corrobora cómo todas las novelas de Teresa Pàmies son una radiografía social, una especie de prosa como decía ella misma "aliteraria", donde quería explicarse y explicar el mundo
Montserrat Bacardí nos corrobora como todas las novelas de Teresa Pàmies son una radiografía social, una especie de prosa como decía ella misma "aliteraria", donde quería explicarse y explicar el mundo. Esta mirada marxista, también está fuertemente atravesada por el periodismo, profesión que desarrolló durante toda su vida. La hibridación nos sugiere unas letras contemporáneas donde el compromiso político y la pulsión de escribir formaban parte de su latido del corazón. Así también lo hicieron compañeras de su generación como Maria Aurèlia Capmany o Anna Murià. Bacardí nos advierte que la obra es una "herramienta fundamental para tratar de esbozar una biografía de Teresa Pàmies, sin embargo, al mismo tiempo, es un recurso resbaladizo si se sigue punto por punto". Pàmies no lo explica todo de su vida, más bien conforma un rompecabezas de su historia, la historia del S. XX. Con esta afirmación podemos averiguar el esfuerzo titánico de la autora por reunir citas, escritos, documentos, y conformar un texto de más de 400 páginas donde el lector permanecerá deslumbrado por su universo, guardado en una caja, a veces con alfileres que pinchan el corazón, con retales de memoria de una mujer excepcional.