La historia de la fotografía (y también del arte) está guiada por una mirada machista. Por suerte, la justicia es lenta, pero implacable y cada vez se están revelando más fotógrafas. Meses atrás, el MNAC descubría a la fotógrafa Mey Rahola. Hasta el 3 de septiembre, la KBr Fundación Mapfre de Barcelona nos presenta la fotógrafa y revolucionaria antifascista Tina Modotti (Udine, 1896 - Ciudad de México, 1952).

La historia de la fotografía (y también del arte) está guiada por una mirada machista. Por suerte, la justicia es lenta, pero implacable y cada vez se están revelando más fotógrafas

Una fotógrafa del mundo

La artista italiana es conocida por diferentes facetas: desde fotógrafa hasta activista, pasando por actriz de películas de cine mudo o incluso (y desgraciadamente) como "señora de". Probablemente, y así lo espero, su faceta de fotógrafa sea la más conocida. Sin embargo, hoy día todavía se están cumpliendo nuevos hallazgos. De hecho, el año pasado se le dedicó una monográfica en PHotoEspaña (Madrid) con 120 imágenes, todas las que se conocían hasta el momento. En la muestra actual de Barcelona, que forma parte del Festival PHotoEspaña de este año, se pueden ver casi 240 imágenes suyas. Esta evolución es gracias al trabajo de investigación de cuatro años de Isabel Tejeda, comisaria de la exposición y catedrática de Bellas Artes, que ha descubierto nuevas fotografías y ha constatado la autoría.

Sus fotografías hablan desde su interior y desde la empatía que sentía hacia las personas y las situaciones que retrataba

Tina Modotti fue una viajera inquieta; estuvo en los Estados Unidos, en México y en varios lugares de Europa: Alemania, Moscú, Berlín, París, España... Por eso se dice que era ciudadana del mundo. Cuando menos, donde se considera que se sintió más cómoda fue en México; sus fotografías son una prueba de ello. La mayoría de las imágenes las tomó allí entre 1923 y 1930. Esta comodidad se delata en su mirada fotográfica; habla desde su interior y desde la empatía que sentía hacia las personas y las situaciones que retrataba.

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Tina Modotti y su visión personal y sensible de la mujer

La fotografía como documento histórico

Tina Modotti nunca estudió fotografía, gran parte de su aprendizaje fue fruto del viaje a México con Edward Weston (1886 - 1958). De hecho, al inicio de su trayectoria hay algunas fotografías que cuesta identificar si son de él o de ella. Ahora bien, Modotti rápidamente adopta un lenguaje personal que la distancia de las obras del fotógrafo estadounidense. Un claro ejemplo es la manera de fotografiar a las mujeres mexicanas: Weston las ve como modelos a Mujer sentada en una estera de palma (1926), mientras que Modotti en Luz y bebé (1926) nos acerca a la escena gracias a la carga personal y sensible que deposita.

Toda fotografía puede ser vista como un documento histórico, y el caso de Modotti no es una excepción

Toda fotografía puede ser vista como un documento histórico, y el caso de Modotti no es una excepción. Sus imágenes nos transmiten como se vivieron los hechos históricos más trascendentes en el México de los años 20 y 30. Además, todas ellas cuentan con el componente de activismo político que la caracterizaba. Desde 1924 pertenecía al servicio social Socorro Rojo Internacional, en 1927 se afilió al Partido Comunista y trabajaba en el diario El Machete, dirigido a obreros y campesinos. Esta denuncia de las injusticias es constante en su obra. Una imagen que, a modo de naturaleza muerta, resume su espíritu reivindicativo es Hoz, canana y panocha (1927).

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Tina Modotti, la fotografía como herramienta de transformación social

El punto final de la exposición lo marca una imagen de su perrita Suzi (c. 1940) que hasta ahora no se había visto nunca y que añade este punto de ternura en su personalidad. La exposición es una oportunidad para conocer profundamente a una de las fotógrafas más importantes de la época. Modotti consideraba que el arte y la fotografía eran un instrumento de transformación social. Esta muestra lo corrobora y nos brinda un ejemplo de mujer trabajadora y luchadora que nos inspira delante de las incertezas de un futuro necesitado de poéticas.