Los grupos catalanes no tienen problemas para tocar en el Reino Unido. Un buen ejemplo es Txarango, que actuará en uno de los festivales más importantes del planeta, el Glastonbury. La cita de los de Barcelona con el público internacional se produce en un momento de polémica con respecto a los grupos que cantan en catalán fuera de los Països Catalans.
El sábado pasado, los valencianos Zoo actuaron en el barrio madrileño de Moratalaz después de que el presidente del PP del barrio, José Antonio González de la Rosa, acusara directamente a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de querer "provocar" llevando a un grupo que sólo "canta en catalán".
De hecho, en declaraciones de De la Rosa a OKdiario dijo: "¿A ver cuántos vecinos de Moratalaz consideran que la Comunidad Valenciana es un Estado y cuántos entenderán lo que cantarán estos señores?". Finalmente el concierto de los del País Valencià fue todo un éxito, y ellos mismos agradecieron a OKdiario la "promo que les habían hecho".
Por suerte, algunos son capaces de apreciar la buena música y no ponen trabas a un grupo basándose en su lengua o ideología política. Txarango estará en el Glastonbury este jueves 22 de junio y se convertirá en el primer grupo catalán que pisa este escenario; un escenario donde también actuarán artistas como Radiohead, Foo Fighters, Katy Perry, Ed Sheeran o The XX. Tan pronto como Txarango acabe su concierto, tendrán que volver hacia Catalunya ya que el mismo día arranca su festival en Sant Joan de les Abadesses, el Clownia.
Txarango no son los únicos músicos catalanes que están recorriendo el mundo con sus discos; Doctor Prats estará en Hungría y después en Japón, Manel viajará por Alemania, Francia y Luxemburgo, Oques Grasses repetirán en los Estados Unidos... Son sólo algunos ejemplos de la larga lista de músicos catalanes que llevan su trabajo al extranjero. Todo eso demuestra que, a veces, la letra de una canción no es lo más importante, sino el ambiente donde se toca y la gente con la que se comparte el momento en que se escucha. La música no entiende de lenguas.