La música pop y rock española tendría una historia muy diferente sin su existencia. Nacido en Argentina el año 1959, Alejo Stivel era tan solo un adolescente de 18 años cuando llegó a Madrid en 1977. Aterrizó acompañado de su inseparable amigo Ariel Rot. Junts formaban la Spoonful Blues Band, banda de rock que poco después cambió su nombre por el de Tequila. Fue entonces que se sumaron al proyecto Julián Infante, Felipe Lipe y Manolo Iglesias. El quinteto, de que Stivel era el vocalista, publicó un total de cuatro discos entre 1978 y 1981: Matrícula de honor (1978), Rock-and-Rollo (1979), Viva Tequila (1980) y Confidencial (1981), álbumes que escondían hits totales como Salta!, Dime que me quieres o Rock And Roll en la plaza del pueblo. Fueron tan solo cinco años, suficientes para protagonizar una de las aventuras de más éxito del rock en español. Se separaron definitivamente en 1983.
Retorno a los escenarios
Acabada la historia de Tequila, Rot e Infante se reformularon con Los Rodríguez, aquí en asociación Andrés Calamaro. Stivel trasladó su talento a la faceta de productor. Uno de sus primeros clientes sería Nacho Cano. La nómina de artistas que buscarían su olfato para la creación de éxitos incontestables se ampliaría con La Oreja de Van Gogh, Joaquín Sabina (Stivel es el productor de uno de los mejores discos del rock español de todos los tiempos como es 19 días y 500 noches), MClan o El Canto del Loco, entre muchos otros. No sería hasta el 2011 cuando reanudó su vertiente como creador, publicando su primer disco en solitario, Decíamos ayer (2011). Seis años más tarde llegaría Yo era un animal (2017).
Mientras tanto, el 2008 todos los miembros de Tequila, excepto Felipe Lipe, a quien la vida en la carretera ya le quedaba demasiado lejos (curiosidad: Felipe es hermano de Rafa Guitiérrez, guitarrista de Hombres G), se volvieron a reunir. El retorno, acompañando de un magnífico documental que revivía su trayectoria, se alargó hasta 2021 con seis conciertos de despedida definitiva en Bilbao, Barcelona, València, Pamplona, Sevilla y Madrid. Fue el último baile de Tequila.
Historia viva del rock en español, Alejo Stivel, que recientemente volcaba sus memorias en Yo debería estar muerto, vibrante y adictiva autobiografía, pasará esta noche por el escenario de la sala Luz de Gas de Barcelona. Un concierto enmarcado dentro de la gira Muy Vivo Tour con la que estos días está recorriendo la península. Retorno a la primera fila de la actividad musical, con la que, repasando los capítulos más aclamados de su extensa trayectoria, promete brindar una noche llena de rock, energía y la fuerza inconfundible que lo caracteriza.