La capilla de la Universitat de Barcelona ha acogido hoy el acto de inauguración de la exposición Universo Cervantes. En el acto han participado el jefe del Centre de Recursos para el Aprenentatge i la Investigació (CRAI), Josep Turiel, el decano de la Facultad de Filología, Adolfo Sotelo, y la investigadora experta en Cervantes Rosa Navarro Durán, que ha pronunciado una conferencia sobre el Quijote.
Barcelona y el Cervantes
Adolfo Sotelo ha recordado que "fue Cervantes el primero que hizo de Barcelona una ciudad literaria", al retratarla en términos elogiosos en el Quijote. Y recuerda que, en todo el Quijote, el protagonista sólo entra en una ocasión en una imprenta, y es justamente en Barcelona. Pero además, Sotelo ha recordado la gran trayectoria cervantista de la capital catalana: fue la ciudad donde se hizo la primera edición conjunta de las dos partes del Quijote, fue donde se publicó la primera edición de bolsillo, y también donde salió la primera edición crítica. Y Barcelona también ha sido donde se han formado y han enseñado destacados especialistas en Cervantes, como Martí de Riquer.
Una exposición discreta
La Universidad de Barcelona ha preparado para este jueves un concurso sobre el Quijote, pensado para los alumnos, y un recital poético. La exposición Universo Cervantes, dividida entre la Biblioteca de Reserva y la Biblioteca de Letras, es bastante discreta. Cuenta con unas cuantas banderolas con fragmentos de la obra del Quijote, repartidas por las salas de la biblioteca, y con cinco vitrinas. Dentro de ellas hay algunas de las ediciones emblemáticas del Quijote conservadas en la Universitat de Barcelona. Una de las más curiosas es la primera edición pirata del Quijote, editada en Lyon por Horace Boissat, imitando la publicación de Bruselas, de Pedro de la Calle de 1671. También se muestra una selección de los grabados de Josep Joaquim Fabregats incluidos en la edición promovida por la Real Academia Española en 1780. En la entrada de la Biblioteca se ofrece una amplia muestra de las obras de Cervantes localizables en la Universidad, que a pesar de no tener un gran valor bibliográfico, son de interés para los estudiantes y para el público en general.
Barcelona, regalo y delicia de sus moradores, amparo de los extranjeros, escuela de la caballería, ejemplo de lealtad
La exposición virtual
Paralelamente a la exposición presencial, el CRAI, el organismo de la UB responsable de los actos, ha organizado dos exposiciones virtuales. La primera, se limita a reproducir los principales materiales incorporados a la exposición. La segunda exposición virtual, Universo Cervantes 1616-2016: 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes, no tiene ninguna coincidencia con la exposición presencial. Está basada en textos de la profesora Rosa Navarro que, de forma bien amena, introducen a la personalidad del autor del Quijote. Tiene un apartado bastante interesante sobre la relación de Cervantes con Barcelona, en el qué recuerda que no sólo hace referencia a ella en el Quijote, sino que también la elogia en Las dos doncellas, una de sus Novelas ejemplares: "flor de las bellas ciudades del mundo, honra de España, temor y asusto de los circunvecinos y apartados enemigos, regalo y delicia de sus moradores, amparo de los extranjeros, escuela de la caballería, ejemplo de lealtad y satisfacción de todo aquello que de una grande, famosa, rica y bien fundada ciudad puede pedir un discreto y curioso lector".
Un fondo impresionante
La Biblioteca de la Universidad de Barcelona es una de las grandes bibliotecas de este país. Es muy antigua, pero perdió todo su fondo bibliográfico con el cierre del centro académico tras la Guerra de Sucesión. En el siglo XIX consiguió recomponer su depósito con las desamortización: los fondos de muchos conventos y monasterios desacralizados acabaron por ir a parar a la Universidad de Barcelona, que durante muchos años tuvo la única biblioteca pública de Barcelona. Así acumuló un patrimonio bibliográfico impresionante. Pero no especialmente rico en temática cervantina. Parece ser que las monjas y los frailes no apreciaban mucho la literatura, y no coleccionaban las obras de Cervantes. La mayoría de los fondos expuestos no proceden de iglesias y conventos, sino que tienen otras procedencias.