La Virreina, Centre de la Imatge, ha inaugurado hoy la exposición Vallès: fabricar pasados, fabricar futuros, del artista Claudio Zulian. Se trata de una exploración de los imaginarios proletarios de la comarca del Vallès, a través de la cual se quiere hacer una exploración de las periferias barcelonesas, de su "cinturón rojo". Esta exposición ha sido posible gracias a un proceso en que se han involucrado los ayuntamientos de Cerdanyola del Vallès, Ripollet, Sabadell y Terrassa.
Siete videoinstalaciones, cara a cara
El conjunto de la exposición está integrado por 7 videoinstalaciones que dialogan entre ellas, y que enlazan el pasado industrial de la comarca con un futuro de desindustrialización (todo ello, ambientado con un ruido de vieja instalación industrial muy atenuado). Cada videoinstalación se encuentra al límite entre la fotografía, la imagen fija, y el vídeo, la imagen en movimiento. En el fondo Zulian apunta que no hay ninguna voluntad documental en este proyecto, sino que se pretenden ofrecer elementos de reflexión, "imágenes artísticas disidentes", sobre un fenómeno que impactó mucho el Vallès pero que no ha tenido su reflejo en el mundo artístico actual.
Fotograma de la videoinstalación La niña obrera, de la serie Vallès: fabricar pasados, fabricar futuros, de Claudio Zulian.
Imaginarios industriales
Zulian confiesa que su prioridad eran los imaginarios sobre la industrialización: "Quería bucear por la memoria de los propios espacios, pero también por las representaciones de estos espacios". Por eso, las videoinstalaciones combinan escenas del pasado con flashes del presente, combinándolos de forma intencionada. En La fábrica se plasma una instalación fabril musealizada, pero a través de las ventanas se entrevé la vida urbana actual. En La niña obrera, el célebre cuadro de Joan Planella se presenta en el taller de restauración del museo, ofreciendo un contraste dentre el mundo laboral moderno y un mundo antiguo muy diferente. En el viaje un grupo de jóvenes actuales, en un tren de cercanías, reproducen las poses de los viejos migrantes que se instalaron en el Vallès en tiempo de las migraciones industriales. También en Polígonos jóvenes actuales, con viejas ropas y viejas maletas, reproducen el trayecto migratorio de otros tiempos. La exposición se cierra con La torre, en que se visualiza el Vallès desde un gran edificio de oficinas.
Recuperar la imagen por la imagen
Zulian ha asegurado que su voluntad es recuperar el valor de la imagen por sí sola, sin acompañamiento, y por eso ha querido presentar "imágenes que hablan por sí solas". Ha añadido que, a pesar de todo, hay que combatir la proliferación de imágenes sin contenido: "No podemos dejar las imágenes en manos del capitalismo consumista", apunta al artista. Su proyecto lo plantea como un intento de combatir una "memoria desactivada" por| la pérdida de la misma esencia industrial del Vallès y por los cambios en el mundo laboral.
Implicación de cuatro localidades
Valentín Roma, director de La Virreina Centre de la Imatge, ha definido este proyecto como "Un procés paradigmático de la programación de la Virreina" que pretende ser, al mismo tiempo, un análisis de la imagen de las migraciones, de los cuerpos de los obreros y de la memoria de la industrialización, en unas localidades donde la fábrica ocupaba un lugar clave en los imaginarios. Una serie de aproximaciones al pasado, pero sin nada de nostalgia. El proyecto ha pasado, en diferentes formatos, por los cuatro municipios implicados en el proyecto. En el Museo de Arte de Cerdanyola, bajo el título Utopías, se presentaron tres videoinstalaciones; en el Centro Cultural de Ripollet se pudo ver El viaje y Polígonos; en el Museo de Arte de Sabadell se exhibió Imágenes a la sombra del tiempo: la fábrica; y en el Centre Cívic del barrio de la Maurina y en la Sala Muncunill de Terrassa se exhibió el trabajo de Noche construimos casas.