Víctor Amela ha ganado, con La filla del capità Groc, la 36ª edición del Premio de las Letras Catalanas Ramon Llull, uno de los galardones más antiguos y más reconocidos de las letras catalanas, otorgado conjuntamente por la editorial Planeta y la Fundació Ramon Llull. Este periodista, que hasta ahora escribía habitualmente en castellano, ha obtenido este galardón con una novela hecha en catalán. De esta forma, Amela se suma a una lista de premiados que incluye a autores tan reconocidos como Carme Riera, Terenci Moix o Pere Gimferrer. En esta convocatoria, 48 autores han enviado sus originales a este premio, dotado con 60.000 euros para la obra ganadora. Participaban en el jurado Pere Gimferrer, Carles Casajuana, Emili Rosales, Anne-Laure Aymeric y Gemma Lienas. Esta última ha destacado que esta obra tiene mucho ritmo y que consigue "hacerte vivir a los personajes".
¿Una historia de bandoleros?
La obra, que Amela había presentado con el seudónimo Leonor Torres Rahden, se sitúa en el Forcall, en los Puertos de Morella, hacia 1840, entre la primera y la segunda guerra carlista. El protagonista de la obra es Tomàs Penarrocha,
el Groc, un personaje real que se levantó con una partida contra el gobierno liberal. Durante tres años, sin apoyo de otros guerrilleros, fue capaz de desafiar a las tropas de Isabel II, dirigidas por el general Juan de Villalonga, el más competente de los militares españoles de la época. De hecho, la intención de Amela es convertir al Groc, un héroe local del Maestrazgo, en un héroe universal, como Robin Hood o Braveheart. Pero la guerra no se sitúa en el centro de esta obra. Amela define
La filla del capità Groc como una mezcla de novela romántica y novela histórica. En realidad, el amor tiene un papel primordial en la obra: el amor conyugal, el amor paterno-filial y el amor erótico. Pero el amor tendrá que enfrentarse a otras pasiones: los celos, la traición, la lealtad a la tradición...
Un homenaje al Maestrazgo
Amela, en esta obra, quiere rendir un homenaje a El Forcall, la pequeña localidad de los Puertos de Morella donde veraneaba cuando era niño, el pueblo de su familia paterna. Hace diez años, el periodista ya había publicado un libro sobre la zona:
Retratos y recuerdos de la vida forcallana, un ensayo en que mostraba su fascinación por esta tierra. La forma de ser de los personajes de
La filla del capità Groc se inspira, en buena parte, en las gentes que había conocido el autor en el pueblo durante sus vacaciones. El autor asegura que empezó la obra en castellano, pero que cuando llegó "al segundo capítulo, cuando los personajes empezaron a hablar entre ellos, me obligaron a cambiar de lengua". De hecho, la obra está llena de dialectalismos, ya que Amela considera que el catalán de aquella zona es "el más puro que hay".
De la historia oral al best-seller
La primera noticia de la existencia del Groc, la tuvo Amela cuando era niño y jugaba por las calles de El Forcall. Para los habitantes actuales de este pueblo, el rubio Groc era un hombre justo, que robaba a los ricos para ayudar a los pobres. Más tarde, con el tiempo, el periodista fue recopilando más informaciones sobre este personaje, y se encontró con documentos que contradecían la visión idílica de Tomàs Penarrocha que daban los habitantes de El Forcall. En
La filla del capità Groc se hará eco de todas estas informaciones contradictorias. Para escribir esta obra, el periodista ha removido los archivos parroquiales, pero también los militares, y ha encontrado una ayuda clave en las memorias del yerno del Groc, también encarcelado por carlista. No obstante, Amela se ha tomado muchas licencias literarias para escribir esta obra: "Me permito enriquecer la vida de este personaje con la imaginación", comenta. Y ha confesado que en esta obra es patente la influencia de dos grandes autores que también escribieron novelas ambientadas en el Maestrazgo carlista: Pío Baroja y Benito Pérez Galdós.
Difusión masiva
La intención de la editorial Planeta es hacer una rápida difusión de la obra, que aparecerá el 8 de marzo en catalán, y que más tarde será publicada en castellano, también en Planeta, y en francés en la editorial Belfond.