El exconseller de Cultura, Santi Vila, ha declarado este miércoles a los juzgados oscenses que sobre el caso Sixena "se hizo todo el que se podía hacer". En este sentido, ha recordado que la orden judicial se cumplió "parcialmente" ya que se trasladaron a Aragón las obras de arte que estaban en el MNAC. Con las obras del Museo de Lleida, sin embargo, ha reconocido que se encontró ante un conflicto entre unos requerimientos judiciales y el obligado cumplimiento de la Ley de Patrimonio y de Museos de la Generalitat, que protegía la unidad de la colección.
Villa ha estado declarando durante media hora al juzgado de instrucción 3 oscense y ha respondido las preguntas de la fiscalía y de la jueza pero se ha negado a responder las preguntas de la acusación particular, representada por el abogado de Vilanova de Sixena, Jorge Español. El exconseller espera que la jueza acabe archivando el caso contra él y su sucesor en el cargo, Lluís Puig, porque cree que ajustaron su conducta a derecho. Lamentablemente, sin embargo, ha añadido, el conflicto se ha politizado y judicializado por|para intereses externos al ámbito cultural y de patrimonio.
El exconseller de Cultura, Santi Vila, ha llegado a los juzgados oscenses cuando faltaban diez minutos para las diez de la mañana, hora establecida por la jueza de instrucción 3 para tomarle declaración como investigado por los presuntos delitos de desobediencia y prevaricación en el caso Sixena. Antes de entrar en el Palacio de Justicia oscense, acompañado de su abogado, Juan Segarra, ha reconocido sentirse "resignado", cuando los medios de comunicación le han preguntado cómo afrontaba este procedimiento judicial.
Antes de Vila, han llegado a los juzgados el alcalde de Vilanova de Sixena, Ildefonso Salillas, con su abogado, Jorge Español, como acusación particular. Consideran que tanto Vila como su sucesor en el cargo, Lluís Puig, delinquieron al no haber entregado en Aragón las 44 piezas de arte originarias del Monasterio de Sixena que se encontraban depositadas en el Museo de Lleida, a pesar de existir una orden judicial.
Vila ha entrado a declarar a las 10.10h y ha salido hacia las 10.40h. Según ha explicado en la salida, ha defendido ante la jueza que, como representante de Cultura de la Generalitat, estaba "absolutamente obligado" a cumplir la legislación catalana, en materia patrimonial y de la ley de museos.
Un conseller de Cultura siempre tiene que ser "leal y consecuente" en su procedimiento con el marco legislativo, ha añadido, a pesar de reconocer que chocó el derecho administrativo con las resoluciones judiciales. "Hemos intentado explicar que se hizo todo lo que se podía hacer, siempre asistidos por los gabinetes jurídicos de la Generalitat y por lo tanto no se hizo de manera discrecional", ha explicado. "Es muy triste y lamentable que temas tan sensibles acaben en manos de los jueces, cuando habría que solucionar más cosas políticamente", ha añadido. El exconseller de Cultura ha lamentado que se intentó un acuerdo que finalmente no fue posible y lamenta que el caso haya acabado en el juzgado. Sin embargo, asume, ha dicho, las decisiones que se tomaron ya que "tenía que cumplir con el marco legislativo catalán".
Piden orden de detención para Puig
Para|Por Español, los argumentos de Vila no se sostienen porque la competencia para ejecutar la sentencia no era de la Generalitat sino de la jueza oscense y por lo tanto "ha desobedecido los tribunales de manera rebelde". El abogado ha explicado que en caso de que la jueza considere que hay bastantes indicios para juzgar a Vila, las penas en las cuales se lo podría condenar serían de hasta 15 años de inhabilitación por el delito de prevaricación y a dos años de suspensión de cargo público así como una multa que podría llegar a los 30.000 por el delito de desobediencia. Además, ha dicho Español, está previsto que la fiscalía solicite también que se le reclame como responsabilidad civil los gastos de la operación policial en el Museo de Lleida para llevarse las 44 obras de arte y que la consejera de Cultura de Aragón, Mayte Pérez, cifró en más de 20.000 euros.
Con respecto a Monte, investigado por desobediencia, Español ha dicho que mañana jueves pedirán al juzgado que emita una orden de detención. Por su parte, Salillas, preguntado por si se consideraban ganadores, ha decir que la victoria es que las obras hayan vuelto a Sixena y que las acusaciones contra Villa y Monte son "daños colaterales".
Precisamente sobre la exposición de las obras al Monasterio de Sixena, Vila ha reconocido no alegrarse porque, según su opinión, "tendrían que llegar al máximo número de visitantes, con las máximas garantías de conservación y protección." "Creo que las obras de arte no tienen marca identitaria" y que "la gente que le guste la cultura se desplazará en los museos que le ofrezcan una mejor contextualización de las obras". Y en este sentido, ha añadido, "todo aquello que sea construir relatos con grandes colecciones, resulta más estimulante". En la Vall de Boí, por ejemplo, ha recordado, se ha optado para que el territorio pueda disfrutar de su patrimonio mientras la conservación de las obras se hace en los grandes museos. "Eso es discutible pero estaría bien que se pudiera discutir entre los políticos, no en los tribunales", ha concluido.