Valencia, 9 de octubre de 1238. Los condes-reyes Jaime I y Violante entraban en Balansiya, que a partir de aquel momento pasaría a ser Valencia; y culminaban la operación militar más destacada de la empresa de conquista del País Valencià. La incorporación del reino islámico de Balansiya significaría una ampliación del 33% de los dominios territoriales del Casal de Barcelona, en tan solo siete años hasta Valencia capital (1231-1238); cuatro más hasta el puerto de Biar (1238-1242); y un verano en el último empuje hasta el valle del Segura (1296). En el desarrollo de las dos primeras fases (hasta la capital y hasta el puerto de Biar) tuvo una importancia primordial un personaje femenino: Violante de Hungría, segunda esposa del conde-rey Jaime I, que sería la auténtica arquitecta política y diplomática de aquella empresa.
¿Quién era Violante de Hungría?
Violante, nacida en Esztergom (reino de Hungría) en 1216, fue la única hija del rey Andrés II de Hungría y de Croacia y de su segunda esposa Violante, originaria del condado de Courtenay (en el valle del Loira, reino de Francia) y hermana de Balduino I y de Enrique I, emperadores títere de Bizancio impuestos por el Pontificado y por Venecia. El matrimonio de Andrés y Violante —la madre— se negoció y formalizó en el contexto político de la época. A principios del siglo XIII, la monarquía húngara había relevado al Imperio bizantino en la categoría de primera potencia militar, económica de la Europa oriental. Y su estirpe nacional, los Arpad, había ascendido a la primera división de las casas reales europeas y negociaba de igual a igual con el resto de potencias del continente.
¿Cómo llega Violante a Barcelona?
Precisamente este exitoso papel que jugaban los Arpad en aquel contexto internacional, sería el que llevaría a Violante a Barcelona. En 1229, Jaime I (Montpellier, 1208) se había divorciado de su primera esposa, Leonor de Castilla (Burgos, 1202), después de una tormentosa relación de ocho años (1221-1229) marcada por unas profundas diferencias (la castellana no entendió nunca que, por la condición que había adquirido con la boda, se debía a los intereses de la cancillería de Barcelona). El pontífice Gregorio IX (Ugolino di Conti) cedió a las presiones de la cancillería barcelonesa y aceptó la nulidad matrimonial de Jaime y de Leonor, pero a cambio, exigió que la castellana fuera relevada "ipso facto" por una húngara joven y enérgica; que había sido oportunamente elegida por la cancillería vaticana.
¿Por qué una reina húngara en el trono de Barcelona?
La Europa diversa y salvaje del año 1000 estaba dividida en dos bloques irreconciliables: los aliados del Pontificado (los del Papa) y los del Sacro Imperio Romanogermánico (los del Emperador). El Casal de Barcelona, desde la primera independencia (985-987), había sido un tradicional aliado del Pontificado. De hecho, las barras rojas sobre fondo amarillo —que en los condados catalanes formarían la bandera cuatribarrada— eran la señal que el Pontificado otorgaba a los pequeños dominios independientes del Mediterráneo occidental que se habían puesto bajo su protección. Más o menos lo que dos siglos más tarde pasaría con Hungría. La emergente monarquía magiar había buscado el apoyo de la Roma pontificia para repeler la presión de los vecinos germánicos y para consolidar un espacio propio. El resto es fácil de imaginar: un matrimonio político entre aliados.
¿Qué hizo Violante en Barcelona?
Las fuentes documentales de la época describen a Violante como una mujer dotada de una extraordinaria inteligencia política. Y la investigación historiográfica afirma que fue alguna cosa más que una consejera del rey: la negociación con Ibn Mardaix, rey musulmán de Balasinya, para la capitulación de la ciudad y reparto de sus casas (1238); o con Fernando III, rey castellanoleonés, que delimitaría la posterior expansión peninsular de las coronas catalanoaragonesa y castellanoleonesa (1244); fueron obra suya. Violante, a diferencia de su antecesora Leonor, siempre tuvo muy claro a qué cancillería se debía; y la defendió a todas horas. Incluso hizo retroceder el poderosísimo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo, cuando la mitra toledana pretendía parasitar la nueva iglesia valenciana con un evidente propósito político.
¿Qué hizo Violante en Valencia?
Jaime y Violante serían los arquitectos de aquel nuevo Estado, integrante de la Corona, que sería denominado reino de Valencia. En la creación de las instituciones (los Consejos municipales, las Cortes) y de las constituciones (los Fueros); tuvieron tanta participación el uno como el otro. Violante siempre se sintió fuerte y segura; y maniobró para enemistar a Jaime con el primogénito de su primer matrimonio, Alfonso (Barcelona, 1222), que se tuvo que refugiar en Aragón. Violante murió a los treinta y cinco años (Huesca, 1251), a causa de unas fiebres que lo había contagiado su hijo pequeño Fernando. No sobreviviría ni a su esposo Jaime (Alzira, 1276) ni a su hijastro Alfonso (Calatayud, 1260); pero su golpe de genio, se pondría de manifiesto más allá de su muerte: el sucesor en el trono sería su primogénito Pere, el conde-rey que dio el impulso definitivo a la expansión marítima catalana, con la incorporación de Sicilia al Casal de Barcelona.