Por, supuestamente, carrinclonas e hipercatalanas, a menudo se las ha menospreciado e infamado. Contrariamente, las 'tietes' tendrían que ser declaradas patrimonio material e inmaterial catalán con una foto de la más icónica de todas ellas, Núria Feliu, ilustrando su entrada en la Wikipedia. Mujer emancipada y empoderada en unos años que toda voz disidente era silenciada, pionera en infinidad de aspectos; la noche de ayer el mundo de la cultura rindió homenaje a la primera mujer que grabó el primer disco de jazz vocal, no solo en Catalunya sino a todo el Estado. Nota a pie de página: era el año 1965 y el disco, que llevaba por título Anirem tots cap al cel, estaba cantado en catalán.

Las 'tietes' tendrían que ser declaradas patrimonio material e inmaterial catalán con una foto de la más icónica de todas ellas, Núria Feliu, ilustrando su entrada en la Wikipedia

La Feliu es eterna

Todo ha empezado con la big band Els Deixebles de la Feliu entonando Ja us he reconegut, al ritmo del cual han entrado en escena los presentadores de la velada: la periodista Helena García Melero, firme candidata a heredar el cargo de primera ministra tietil de Catalunya, y Òscar Dalmau, comisario de la exposición que rememora la cantactriz de Sants en el Palau Robert (apresuraos porque cierra sus puertas este domingo 19 de mayo) y máximo defensor y reivindicador de la figura de la Feliu. Era el inicio del acto con que el mundo cultural catalán ha homenajeado a LA TIETA DE CATALUNYA, así, con mayúsculas bien orgullosas, la noche de este miércoles en el Palau de la Música Catalana.

Era el inicio del acto con que el mundo cultural catalán ha homenajeado a LA TIETA DE CATALUNYA, así, con mayúsculas bien orgullosas

En los primeros compases de la noche, Laura Simó ha evocado por primera vez la voz de Feliu en Què n'ha quedat del nostre amor?, a la cual ha seguido Cris Juanico con T'he trucat per dir t'estimo, una versión con aires de mambo de la mítica I Just Call to Say I Love You de Stevie Wonder. Entre los momentos más emotivos de la noche, el instante en qué Marina Rossell, amiga íntima de Feliu y el pianista Antoni Ros Marbà, que animó a la intérprete a hacer su primera prueba, han entonado, después de una sonora ovación, un emocionante El clar país, versión de Le plat pays de Jacques Brel.

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Joan Manuel Serrat evocando a su amiga Núria Feliu. / Foto: Marta Pérez / EFE

La efusividad ha llegado a su máxima expresión cuando sobre el escenario del Palau de la Música ha aparecido Joan Manuel Serrat. Junto con el reconocido pianista Ricard Miralles, Serrat ha devuelto de su retiro para revivir Sota un cirerer florit, actuación que ha culminado con una de las ovaciones más largas de la noche, reconocimiento que el Noi del Poble Sec ha recibido con lágrimas en los ojos. Una noche única para una figura irrepetible que nos dejó 22 de julio de 2022, pero que, como ayer se evidenció una vez más, es eterna.