Xavi Daura (Barcelona, 1985) es un hombre polifacético. Es guionista, actor, director, escritor y humorista. Se dio a conocer con el dúo cómico Venga Monjas trabajando codo con codo con Esteban Navarro. Sus vídeos cargados de humor absurdo no tardaron mucho en viralizarse en Youtube, plataforma que les permitió empezar a ganarse la vida y en un mundo que requiere constancia, talento, originalidad y mucha creatividad. Y de ideas nunca le han faltado, tiene tantas que desde entonces ha participado en numerosos proyectos como Da Suisa, Museo Coconut, APM o El Castillo de Takeshi. Actualmente trabaja de guionista en el late night La Resistencia, tiene un show de stand up que se llama XD y acaba de publicar su segundo libro, Quemar dinero, una novela bastante cinematográfica y en clave de humor que critica el capitalismo y las excentricidades en la industria del séptimo arte.

Xavi Daura, humorista y autor del libro Quemar dinero / Foto: Montse Giralt

¿Qué te define mejor, guionista, escritor, humorista, actor o director?
Humorista. A través de la comedia voy tocando todos los palos que puedo y que me apetecen.

Y de todas las cosas que sabes hacer, ahora has publicado un libro donde explicas el bloqueo mental que sufre Maya, una directora de cine a quien le encargan una película con el mayor presupuesto de la historia. ¿A ti te ha pasado de tener este bloqueo mental?
No me ha pasado, realmente. Con esta novela lo que he hecho es volcar bastantes cosas que he vivido con Venga Monjas, porque con Esteban Navarro nunca trabajamos con guion, siempre vamos mucho a la brava con nuestras improvisaciones. Me gusta meterme en una historia sin saber realmente qué quiero explicar o como acabará.

¿Es verdad que para escribir la estructura del libro te has inspirado en la película El Resplandor?
Lo que hice fue plantearme una reescritura de El Resplandor. Yo ya tenía los personajes y el universo, pero necesitaba un mapa por dónde guiarme.

Xavi Daura posando delante de Maya, la protagonista de su libro. / Foto: Montse Giralt

¿Qué similitudes tiene tu libro con la película?
En la novela, mi protagonista se queda atrapada en un hangar donde está rodando la película. Eso es directamente de El Resplandor, donde, en una escena, se quedan atrapados en el hotel en medio de la nieve. Esta cosa del aislamiento, del proceso creativo del protagonista de la peli que está escribiendo un libro y se va volviendo loco, me daba mucho juego.

Que la persona que tiene el mayor presupuesto de la historia para rodar una película en un mundo tanto masculinizado sea una mujer, de entrada me ha sorprendido. ¿Lo has hecho a posta?
Escogí a un personaje femenino porque el de director de cine me parece un personaje demasiado trillado. Por otra parte, el verano pasado hubo el foro de Barbie, de la directora Greta Gerwig, y también me inspiraba porque ahora hay directoras que ya empiezan a hacer blockbusters increíbles.

Escogí a un personaje femenino porque el de director de cine me parece un personaje demasiado trillado

En el libro dices que es más importante el marketing que hay en torno a la película que la película en sí.
Exacto, esta es la tesis del libro, la de plantearse hasta qué punto están contratándote por lo que representas, por tu identidad como artista y hasta qué punto después es igual cuál sea el contenido.

En el libro empiezas explicando una leyenda urbana bastante turbia, no sé hasta qué punto es veraz, sobre Marisol. Explicas que después de rodar la primera película, decidió que quería parar, pero como sus filmes funcionaban tan bien, la sustituyeron por otra chica, y a ella la internaron en un centro psiquiátrico. ¿Por qué partes de esta historia tan extravagante?
De entrada matizar que es una leyenda urbana, y enseguida vi que no se sostenía. Pero sí que es verdad que se me inspiraba muchísimo. Estas son las bases mentales o fantasiosas en las que se mueve el libro. Las bases de la leyenda urbana o de la persona que se le ha ido la cabeza, que la han tenido que encerrar, pero a la vez tiene razón.

Xavi Daura en el plató de ElNacional.cat / Foto: Montse Giralt

Hay un misterio entorno a Pepa Flores y de por qué decidió dejar de salir en televisión.
El personaje de Pepa Flores es superinteresante  porque, en un momento dado, dejó su carrera, desapareció teniendo una reacción hostil hacia el mundo del entretenimiento. Esta persona ha visto algo que no le ha gustado.

Pepa Flores ha visto alguna cosa que no le ha gustado

Haciendo referencia a este centro psiquiátrico, está muy presente en la novela. Y de hecho he oído hablar que te has documentado, has hablado con psiquiatras para entender a esta gente que confunde la realidad y la ficción. ¿Te han explicado alguna anécdota divertida los psiquiatras?
Sí, me explicaron la historia de un señor que un día se despertó y estaba convencido de que era el presidente del Corte Inglés. Un día fue a los almacenes y vio que nadie le hacía caso, y empezó a enfadarse, hasta que tuvieron que llamar a la policía porque se puso violento.

¿Te interesa especialmente explorar los límites de la realidad y la ficción?
Exacto. La premisa del libro era esta. He querido conectarme mucho con la dimensión desconocida, es como si fuera el Black Mirror de su época.

Después de descubrirnos la leyenda urbana de Marisol, sitúas el primer capítulo al programa El Hormiguero. ¿Es una broma, una crítica o un homenaje?
Es un homenaje irónico.

¿Por qué has elegido este programa?
Escogí El Hormiguero porque lo conoce todo el mundo. Y dentro de esta especie de sátira del marketing audiovisual y de cómo se tiene que vender un producto hoy en día, veía que era perfecto El Hormiguero, porque tiene los factores del mainstream español que conecta con todas las edades, y esta parte macabra que tienen todos los programas de éxito.

El Hormiguero tiene los factores del mainstream español que conecta con todas las edades, y esta parte macabra que tienen todos los programas de éxito

¿Te consta si Pablo Motos se ha enfadado?
No me consta ni si se ha leído el libro. Me haría mucha ilusión que se lo leyera, incluso que me diera su opinión. Mi intención no era destructiva, pero obviamente tenían que pasar cosas locas en el capítulo.

Me haría mucha ilusión que Pablo Motos se leyera mi libro y me diera su opinión. Mi intención no era destructiva

¿Te gustaría ser guionista de El Hormiguero?
No, no me gustaría ser guionista de El Hormiguero porque ya soy guionista de La Resistencia y ahora pasará a ser la competencia directa. Yo estoy mucho más a gusto en La Resistencia donde ya tengo mi pequeña familia.

No me gustaría ser guionista de El Hormiguero porque ya soy guionista de La Resistencia

Xavi Daura durante la entrevista. / Foto: Montse Giralt

Tengo la impresión que, a tu protagonista, a Maya, le pasa un poco como a David Broncano. Ella trabaja sin guion y va improvisando. Incluso se dedica a grabar cromas para hacier tiempo. Y como espectadora de La Resistencia que soy, tengo la sensación de que a David Broncano le pasa lo mismo, no se prepara demasiado las entrevistas porque se siente cómodo con la improvisación.
Totalmente, sí, sí, o incluso fuera de La Resistencia. Yo era muy fan de La vida moderna y allí sí que veías que no había guión, que era una espontaneidad muy efervescente. Como guionista de La Resistencia te digo que las entrevistas sí que están documentadas y mínimamente preparadas. Pero sí que es verdad que no hay un guion canónico. Y de hecho sí, no lo había pensado hasta ahora, sin embargo, concretamente, esta idea de grabar un croma sin nada era una idea que yo debí proponer en La Resistencia.

Como guionista de La Resistencia te digo que las entrevistas sí que están documentadas y mínimamente preparadas. Pero sí que es verdad que no hay un guion canónico

¿Y te compraron la idea?
Creo que no. Propongo muchas ideas y la mayoría no entran, porque es como una máquina de hacer ideas La Resistencia.

¿Las famosas preguntas de cuánto dinero tienes en el banco y cuántas veces has tenido relaciones sexuales en los últimos 30 días es tuya?
No. La del dinero está desde el primer día. De hecho, hace pocos días estuve en la fiesta de final de temporada y lo pregunté. Es la única pregunta que ha quedado para siempre y creo que es del Broncano.

¿De qué idea propia de La Resistencia estás más orgulloso?
Hay una que tiene mucho que ver con el título del libro. Yo estaba viendo las noticias y salió Pedro Sánchez diciendo "hay que mover dinero" para reavivar la economía, que se había visto fastidiada por la pandemia. Eso me dio la idea de hacer una sección de calle en la que sale Jorge Ponce y habla con la gente. En esta ocasión hicimos que Jorge le diera 100 euros a un motorista, diera una vuelta y volviera con la pasta. Para mover el dinero, literalmente. Le dieron un sobre con 100 euros y no lo vimos más. Quedó divertido.

Volvamos un poco al libro. Antes me decías que te fascinan mucho los niños actores y los animales. Hay una escena bastante esperpéntica donde aparece la Tortuga Tony. Es una especie de mascota televisiva que celebra sus 100 años en el zoo de Los Ángeles y está rodeada de estrellas de Hollywood. ¿Es una mofa a los americanos?
Claramente es una mofa al sistema capitalista porque todo lo tienen que convertir en algo de entretenimiento. De hecho, ahora lo vemos con Netflix; los asesinos ya están cometiendo sus crímenes pensando en la serie que harán sobre ellos en Netflix, es esta cosa del true crime.

Los asesinos ya están cometiendo sus crímenes pensando en la serie que harán sobre ellos a Netflix, es esta cosa del true crime

Xavi Daura y Alba Richart durante la entrevista en el plató de ElNacional.cat / Foto: Montse Giralt

¿Supongo que esta es la pregunta que más se repite en las entrevistas que te hacen pero, como surgió Venga Monjas?
Esteban y yo teníamos 20 años, estábamos estudiando la carrera y pasábamos mucho tiempo juntos. Y como nos gustaba mucho La hora chanante, decidimos grabar escenas. A mí me gustaba mucho hacer cortos y a Esteban le gustaba mucho hacer al payaso. Él tiene un punto artístico interesante. Empezamos a grabar tonterías y colgarlas en YouTube.

¿Seguís trabajando juntos?
Desde la pandemia ya no trabajemos juntos. Cuando nos confinamos ya llevábamos 15 años más o menos haciendo Venga monjas. Al inicio era difícil ganarnos la vida con eso, entonces teníamos que picar mucha piedra. Después de tantos años ya nos hemos ganado un cierto estatus que nos permite poder no preocuparnos de trabajar todo el día como unos workaholics. Por mi parte, yo empecé a hacer stand-up, y Esteban vivió el boom de Rigoberta Bandini, entonces claro, ya vivimos a gusto sin tener que depender del trabajo de Venga Monjas.

¿Crees que tendrías el mismo éxito si hicieras contenido en catalán?
El mismo éxito no lo sé, porque el público se te reduce. Hay muchas cosas que funcionan estupendamente en catalán. Sin embargo, es verdad que al principio a todo el mundo le da un poquito de miedo ver si hacer el contenido en catalán te modifica el estilo. Pero sí, con los monólogos me gustaría practicar más el catalán; que de vez en cuando algún show lo hago en catalán. Hay muy buenas iniciativas de humor en catalán.

Hay muchas cosas que funcionan estupendamente en catalán. Es verdad que al principio a todo el mundo le da un poquito de miedo ver si hacer el contenido en catalán te modifica el estilo

¿Qué crees que necesitaríais a los humoristas para poder hacer más contenido en catalán?
No lo sé, es que yo noto que hay un público que tiene ganas de ver cosas en catalán, y eso es lo más importante y ya existe. Yo creo que también hay una pedagogía que hace que no sea una cosa minoritaria sino que sea una cosa que se celebra. Por ejemplo, el caso del programa Zona Franca fue una iniciativa muy guay. Empezó como una oportunidad para muchos cómicos y cómicas con los que nos vemos constantemente en los micros abiertos, a bares o en actuaciones de estas más pequeñas. Y eso nos ponía las pilas, era una manera de decirnos,"aquí tienes una oportunidad para ganarte bien la vida con lo que te gusta, simplemente haz tu contenido en catalán".

Yo creo que hay una pedagogía que hace que no sea una cosa minoritaria el catalán, sino que sea una cosa que se celebra

Los catalanes tenemos un poco el estigma que somos sosos y serios, pero de aquí han surgido grandes cómicos. He empezado a hacer una lista, y me he sorprendido a mí misma de la cantidad de catalanes y  catalanas que se dedican al humor. Desde Andreu Buenafuente, Sílvia Abril, Peyu, Corbacho, Santi Millán, Berto Romero, Anna Polo, Judit Martín, Elisenda Carod, Maria Rovira, Ignasi Altabull, Tomàs Fuentes, Carlos Latre, Jordi Évole, Edu Soto, Jair Domínguez, los compañeros de La sotana, Joel Díaz y Magí, David Fernández, Pep Plaza, Yolanda Ramos, vosotros mismos el Venga Monjas...
Lo mejor que se hace de comedia hoy día, independientemente del idioma, es La Competencia, es el más divertido, es un programa diario en catalán, y además lo tienes gratis en Spotify o en la radio.

Lo mejor que se hace de comedia hoy día, independientemente del idioma, es La Competencia

Xavi Daura con su libro Quemar dinero / Foto: Montse Giralt

Ostris, se me había olvidado los Óscars. ¿Y no te animarías a hacer algún programa en catalán? ¿Te han ofrecido alguno?
No me ofrecen programas en general. Pero ahora en verano colaboraré en El món a RAC1 haciendo una sección de cine. Me hace bastante ilusión.

Quizás eso te abre puertas para acabar teniendo tu propio programa de radio.
No sé si soy la persona adecuada para tener un programa.

Bueno, pues un podcast. De hecho, eres el invitado de La Ruina que más ha repetido.
Correcto.

¿Tienes alguna ruina (anécdota) relacionada con el proceso creativo del libro?
No es una ruina, realmente, pero para escribir este libro me fui unos días a Sepúlveda, un pueblo muy pequeño de Segovia. Fui en enero, en una época que no había nadie. Que quedaba en un hostal, todo el edificio era para mí. Me interesaba pasar frío, y salía a pasear por la noche, cuando todo era oscuro y había niebla y eran paseos de terror. Estaba solo, completamente en silencio,  sintiendo mis propios pasos, no había nadie, pero a la vez notaba como si alguien me estuviera observando. Me gustaría explicarte que de repente salió  un chupacabras, pero no fue el caso.

¿Ahora que me decías que Óscar Dalmau y Óscar Andreu te hacen tanta gracia, cuáles son tus referentes en el mundo de la comedia? ¿Quién te hace reír más? ¿Quién te inspira?
Mi ideal máximo sería Pepe Rubianes. No solo por sus monólogos, sino sus apariciones en la Cosa Nostra, a Una altra cosa, o a Malalts de Tele, que hizo la entrevista aquella larguísima. Y hace poco en el Festival Río Babel vi el JJ Vaquero que me encanta. Es el típico cómico para toda la familia porque tiene un estilo de humor blanco pero al mismo tiempo es cabrón.

No sé si me ha sorprendido que no hayas mencionado a ninguna mujer. ¿Lo tienen más difíciles las mujeres para hacerse un hueco en el mundo de la comedia?
Creo que ellas te lo podrían explicar mejor. Desde fuera digo, "hostia pero si hay cómicas cojonudas". En los micros abiertos o en los shows conjuntos con otros cómicos siempre intentamos que haya un 50-50. De hecho está muy bien que hoy en día no sea recomendable hacer un show de solo hombres, porque la cuestión es que haya una igualdad de oportunidades, y después hablando con ellas ves que hay detalles mucho más sutiles. Ojalá la situación prospere hacia mejor. Y de hecho, en muchas ocasiones, he visto que en el círculo en el que me muevo, el nivel de cómicas es un poco más alto que el nivel de cómicos. Por ejemplo, Irene Minovas me parece finísima. Vanessa Valero es una maravilla en cuanto a apostar por la tontería más absurda, le gusta mucho disfrazarse, igual que a Judith Martín, superdivertida, Raquel Herbàs es una bomba, en Madrid también hay Helena Bertran y Helena Pozuelo, que me encantan.

En el círculo en el que me muevo, el nivel de cómicas es un poco más alto que el nivel de cómicos

¿Estás diciendo que a las mujeres se les exige un poco más que a los hombres?
Creo que sí. Pero claro, yo no lo vivo en primera persona. Cuando hablo con Vanessa Valero, que es mi pareja, a menudo me abre los ojos y me enseña situaciones cotidianas. No sé si a las mujeres se las tiene tanto en cuenta a la hora de darles trabajo. Yo espero que el panorama vaya cambiando cada vez más.

A la protagonista has querido ponerle la regla. ¿Y eso?
Me di cuenta de que no tenía la regla. Es verdad que para escribir una historia de una mujer no tienes que hacer que tenga la regla siempre, igual que no está presente que todos vayamos a hacer caca en algún momento. Pero en este caso me hacía gracia decir, "hostia quizás me he pasado de listo y no he tenido en cuenta este detalle de la vida femenina".