Dos mujeres mayores, unidas por la vecindad pero separadas por un abismo social y por un odio visceral, instintivo. Es la historia que explica Yewande Omotoso en La veïna del costat (La vecina de al lado), que presenta con traducción de África Rubiés la editorial Les Hores. Una trama que se podría situar en cualquier pueblo o ciudad del mundo, pero que donde toma su máxima fuerza es en Sudáfrica, donde la historia ha llevado a una fractura social que ni siquiera el tiempo consigue curar.

Yewande Omotoso. Foto: Alexis Tayié. CC 4.0.

Blanca y negra

En un barrio acomodado de una Ciudad del Cabo marcado por la herencia del apartheid viven, en dos casas colindantes, dos mujeres. Las separa la raza y la nacionalidad (una es una sudafricana blanca, la otra una nigeriana instalada en Sudáfrica). Pero pese a todo estas mujeres tienen vidas no tan diferentes. Las dos han tenido grandes éxitos profesionales, a los que han ido renunciando por la vida familiar. Las dos han tenido experiencias matrimoniales infelices. Las dos se sienten muy vinculadas al lugar donde viven, aunque con motivos diferentes. Pero también hay rivalidades: Hortensia, la negra, ocupa la casa que Marion, la blanca, querría. Y mientras Marion lidera la comunidad de vecinos de la urbanización, integrada sobre todo por gente blanca, Hortensia no se siente nada identificada con esta burguesía blanca, todavía racista y muy elitista. Excluida en el seno del vecindario, Hortensia materializa su odio en Marion.

Más allá de Sudáfrica

Omotoso sitúa su obra en la Sudáfrica post-apartheid, donde las heridas del régimen racista se van cerrando (o no) con muchos esfuerzos. Refleja la supervivencia del racismo y la demanda, todavía, de justicia, por parte de las víctimas del sistema. Ahora bien, evita convertir esta obra en un relato sobre la Sudáfrica actual. En realidad, la historia está focalizada en dos vecinas que, más allá de las circunstancias objetivas, canalizan su rabia por una vida fracasada en las personas que tienen más cerca. Esta es una obra sobre las relaciones sociales, pero también sobre la frustración vital, sobre las vidas que no llenan a sus protagonistas, a pesar de presentarse como modélicas. El microcosmos de la urbanización sudafricana no es tan diferente del mundo de tensiones que puede estallar en cualquier rincón del mundo. El apartheid puede haber enquistado odios y tensiones. Pero sin duda odios, tensiones e injusticias también se pueden encontrar en otras partes del mundo.

Una escritora migrante

Yewande Omotoso, aunque nacida en Barbados de madre caribeña, es hija del escritor nigeriano Kole Omotoso (el autor del ensayo Migración hacia el Sur, editado en castellano por Bellaterra). Pero pasó buena parte de su infancia en Nigeria, aunque en 1992 se mudara a Sudáfrica con su familia (al igual que el Hortensia en la novela). En realidad, también tiene alguna cosa en común con la otra protagonista de la obra: es arquitecta como Marion. Y como las dos vivo en Ciudad del Cabo, la más mestiza de las ciudades africanas. Ella misma asegura que Barbados, Nigeria y Sudáfrica forman parte de su identidad. Hasta ahora ha escrito dos novelas, Bon Boy (2011) y La vecina de al lado (2016).

Estreno en catalán

Esta es la primera obra de Omotoso traducida en el Estado español. Se suma a otras voces africanas que empiezan a ser publicadas en editoriales que no tienen especial dedicación por el continente africano y que sencillamente buscan buena literatura allí donde se encuentra. La veïna del costat​ es una obra sólida y entretenida, aunque peca de muy previsible. La resolución de la trama, además, termina siendo excesivamente precipitada. Una lectura diferente que nos acerca a los sentimientos más íntimos del ser humano.