Carlo Ancelotti parece dispuesto a jubilar a Luka Modric. Tras el regreso del Mundial de Qatar, el centrocampista croata está rotando mucho más de lo que lo había hecho en los últimos años en el Real Madrid. El técnico italiano, quizá para protegerlo, quizá porque ya no lo ve tan imprescindible, o quizá por una mezcla de ambas cosas, ya no le tiene esa consideración de jugador absolutamente capital. De los últimos seis partidos, solo ha empezado dos, y ya empieza a planear la idea de que esta puede ser la última temporada de Modric antes de colgar las botas.
Brahim Díaz, uno de los muchos candidatos a heredar el 10 de Modric
Un hipotético adiós de Luka Modric, sumado a las incógnitas de Toni Kroos o Dani Ceballos, otros centrocampistas cuya continuidad tampoco está ni mucho menos asegurada, abre un abanico de posibilidades en el Real Madrid de cara al próximo curso. Uno de los muchos posibles herederos de ese número 10, reservado siempre a futbolistas de un talento depuradísimo y una habilidad técnica por encima de la media, es Brahim Díaz.
El mediapunta malagueño sigue siendo propiedad del Real Madrid, y actualmente cumple su segunda y última temporada cedido en el Milan donde ha progresado tanto hasta el punto que en su equipo no hay ninguna duda de que quieren ejercer la opción de compra por unos 22 millones de la que disponen los de San Siro. No obstante, según apunta La Gazzetta dello Sport va a ser más fácil que eso suceda si el equipo que dirige Stefano Pioli logra clasificarse para la próxima edición de la Champions League, con todos los ingresos que ello implica.
El Milan, en un momento crítico
Así pues, no es algo descartable que la temporada que viene Brahim Díaz no pueda quedarse en el Milan, como es su deseo y el del club rossonero, y vuelva al Real Madrid a las órdenes de Carlo Ancelotti. Esa idea no es algo que satisfaga muchísimo a Brahim. Sabe que con el técnico italiano, y en un equipo como el del Real Madrid, tiene muy complicado jugar o ser titular, y puede verse algo frenada su progresión.
En San Siro se siente como en casa, pero su equipo atraviesa un momento crítico. Desde el regreso del Mundial, solo ha ganado uno de los siete partidos que ha disputado, y por el camino han quedado eliminados de la Copa y han perdido la Supercopa por un contundente 0-3 contra el Inter, su rival ciudadano. Este domingo tienen otra derbi della Madonina, esta vez en liga, para intentar engancharse al tren de la Champions. Si se les escapa, Brahim estará algo más lejos de quedarse.