Raphinha ha sido uno de los protagonistas del brillante inicio de temporada del Barça bajo las órdenes de Hansi Flick. Su capacidad para adaptarse y brillar en posiciones diferentes ha sorprendido a todos, desde los aficionados hasta el propio entrenador. Con tres goles y tres asistencias en las cuatro primeras jornadas, incluido un espectacular hat-trick frente al Valladolid, el extremo brasileño ha demostrado que, a pesar de no jugar en su posición habitual de extremo derecho, sigue siendo una pieza fundamental en el esquema de Flick.
La versatilidad de Raphinha ha sido clave en este arranque de temporada. Desplazado de su puesto natural por la irrupción de Lamine Yamal, el brasileño ha sabido reinventarse, encontrando su sitio en el extremo izquierdo o como mediapunta. Esta adaptación no ha sido fácil. La pasada temporada, Xavi también le probó en diferentes posiciones, lo que generó cierta incomodidad en el jugador. Sin embargo, con Flick, Raphinha ha sabido convertir la adversidad en oportunidad, demostrando su resiliencia y su capacidad para seguir adelante.
Este verano, el futuro de Raphinha en el Barça estuvo en entredicho. Llegó una oferta en firme del Al-Hilal de Arabia Saudí, donde milita su compatriota Neymar Jr., que el Barça estaba dispuesto a aceptar. La propuesta incluía un traspaso de 100 millones de euros, una cantidad muy tentadora para las arcas del club catalán, que había desembolsado 58 millones al Leeds United dos años atrás. Además, al jugador le ofrecían un contrato de cuatro años con un salario total de 100 millones netos, es decir, 25 millones por temporada. Para muchos, esta habría sido una oferta irrechazable. Sin embargo, la respuesta de Raphinha fue clara y contundente: "no, gracias".
Antes de partir a la Copa América, Raphinha ya había dejado claro a Deco, su antiguo representante y actual director deportivo del Barça, que no consideraba dejar el club bajo ninguna circunstancia. Incluso si hubiera llegado una oferta de la Premier League, de equipos como el Newcastle o el Arsenal, su respuesta habría sido la misma. Raphinha tiene claro que su futuro está en el Camp Nou y que su deseo es seguir creciendo y triunfando con la camiseta azulgrana.
La decisión de quedarse parece haber sido la correcta. Su excelente comienzo de temporada lo respalda, así como la confianza que sus compañeros depositan en él, eligiéndolo como uno de los nuevos capitanes del equipo. Además, esta postura firme ha encantado a Hansi Flick, quien ve en el brasileño no solo a un gran jugador, sino también a un líder en el vestuario. Con Raphinha motivado y en plena forma, el Barça sigue soñando en grande, y su técnico no puede estar más satisfecho.