Serge Gnabry es una de las grandes oportunidades de mercado que hay. Finaliza contrato en 2023, y las negociaciones para renovarlo están en un punto muerto. El Bayern de Múnich no le ofrece lo que reclama, y por ese motivo ha rechazado todas y cada una de las propuestas que le han hecho llegar. De manera que ha cobrado fuerza la posibilidad de que se marche traspasado este verano, para así evitar que se pueda ir gratis en 12 meses.
Una pérdida muy sensible para Julian Nagelsmann, quien considera fundamental al internacional alemán. No obstante, el futbolista cree que no le valoran lo suficiente, y siente que ha perdido importancia en el equipo desde que se marchó Hans-Dieter Flick. Sin duda, ha sido el gran perjudicado por el gran momento de forma que atraviesa Leroy Sané, que ha despejado las dudas que había con él, después de una primera temporada muy irregular.
El ex de Stuttgart, Hoffenheim, Arsenal, West Bromwich Albion y Werder Bremen, por su parte, lleva esperando mucho tiempo una renovación que no llega. Antes, ha visto como pasaban muchos otros compañeros, como Kingsley Coman, y a él le han dejado para el final. Eso ha hecho que comunique a su agente que estudie todas las propuestas que lleguen por él. Y no han tardado mucho en aparecer los primeros interesados, como el Liverpool, el Chelsea o el Real Madrid.
Florentino Pérez valora de manera muy positiva su contratación, y ya se ha reunido con el representante de Gnabry. 15 ‘kilos’ netos por temporada, y un contrato de cinco años de duración, son las exigencias que tiene el extremo de 26 años, mientras que desde el Allianz Arena podrían pedir cerca de 40 millones de euros por él. Carlo Ancelotti no ve esta operación con malos ojos, y cree que podría ser muy útil en la plantilla, para dar más fondo de armario.
Para convencerle de que escoja el Santiago Bernabéu, y no escuche el resto de propuestas, tienen un aliado importante. Y en el cuadro blanco se beneficiarán de eso, con total seguridad.
David Alaba habla personalmente con Gnabry
Ese es David Alaba, quien el pasado verano dejó la Bundesliga, para aterrizar en la capital de España. El austríaco puso punto y final a una aventura de más de diez años en el Bayern, donde ya lo había ganado absolutamente todo, para probar suerte en el Madrid. Y las cosas no le han podido ir mejor hasta la fecha.
El defensor se siente muy feliz y cómodo, y Florentino Pérez le ha pedido que hable con Gnabry, para que le recomiende seguir sus pasos.
¿Le hará caso?