Qatar sigue convencido de que puede lograr que el París Saint-Germain se convierta en el mejor club de Europa. Después de fracasar los últimos años con Tuchel, Pochettino y Galtier en el banquillo, Nasser Al-Khelaïfi ha decidido darle la manija del equipo a Luis Enrique, un entrenador con personalidad que ha pedido control absoluto de la plantilla y tiempo para plasmar su estilo de juego. El PSG, un club acostumbrado a tomar decisiones por impulsos, ha decidido cambiar de estrategia, dar un paso atrás para después dar dos adelante de la mano de Luis Enrique.
Es por ello que este verano los dirigentes han decidido dar salida a sus grandes referentes mediáticos, como Messi, Neymar o Verratti, atando en corto, eso sí, a Kylian Mbappé. Se han aceptado las peticiones de Luis Enrique, como los fichajes de Marco Asensio, Dembélé y Arnau Tenas, a los que se han añadido delanteros como Kolo Muani o Barcola.
Una guinda para el PSG de Luis Enrique
A pesar de que el PSG no ha empezado bien la temporada, sumando solo 8 de 15 puntos posibles, la confianza en Luis Enrique es total. El equipo está equilibrado y, poco a poco, muestra síntomas de mejora, aunque da la sensación de que le falta un 9 de primer nivel, un delantero estrella que acompañe a Kylian Mbappé. Y el elegido es Victor Osimhen, 9 del Nápoles que este verano ha decidido quedarse en la Serie A. El PSG estuvo en contacto con el entorno del jugador hasta el último momento, pero la negativa de Aurelio De Laurentiis de sentarse a negociar evitó el traspaso.
Ahora, en cambio, el PSG se está planteando atender las peticiones del Nápoles y poner encima de la mesa los 150 millones de euros que piden los italianos. La sensación es que no quedan delanteros centros de élite en el mercado, por lo que lo mejor es ir a Osimhen antes de que un club inglés se adelante.
Victor Osimhen, 150 millones
Y es que Victor Osimhen ha demostrado ser un delantero de primerísimo nivel, un 9 efectivo y completo llamado a estar en el podio de grandes delanteros de Europa en la próxima década. El Nápoles arriesgó en el 2020, al pagar 75 millones de euros por un delantero de solo 21 años que había destacado en el Lille. Y la apuesta fue todo un acierto, ya que Osimhen rindió desde un primer momento, explotando definitivamente la temporada pasada, cuando fue clave para ganar el ansiado Scudetto.
En verano se daba por hecho que Osimhen cambiaría de aires al tener detrás al PSG, el Real Madrid, el Manchester United y el Bayern de Múnich. De Laurentiis, sin embargo, se mantuvo inflexible. Solo saldría por 150 millones de euros. Es por ello que Nasser Al-Khelaïfi ya se está planteando atender la petición del Nápoles, la guinda para completar el pastel de Luis Enrique.