Los hermanos Williams no son los únicos que están de moda. Aunque obviamente son los primeros que se vienen a la cabeza de prácticamente todo el mundo, hay muchos más ejemplos de estos en el fútbol profesional. Pero sin ninguna duda, tanto Iñaki como Nico son los casos más destacados, pues se han convertido en las principales figuras del Athletic Club de Bilbao, y son la principal amenaza del equipo vasco, que aspira a conquistar la Copa del Rey.
De momento están en semifinales, y tienen ventaja después de vencer en la ida al Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Y en La Liga EA Sports ocupan una sorprendente quinta posición, y se permiten el lujo de soñar con clasificarse a la próxima edición de la Champions League. En San Mamés están encantados con ambos, que llegaron a las categorías inferiores siendo muy jóvenes, y han podido asentarse en el primer equipo.
Además, siempre han mostrado una lealtad impresionante, rechazando ofertas de conjuntos mucho más poderosos, para poder quedarse a las órdenes de Ernesto Valverde. Y en el Valencia también son muy optimistas con dos futbolistas que son hermanos, aunque como ocurre con los hispano-ghaneses, también tienen una diferencia de edad notable. El primero ya está totalmente consagrado, y es un pilar fundamental para Rubén Baraja.
Porque Cristhian Mosquera se merece todos los elogios que ha recibido hasta el momento, y es una de las irrupciones más inesperadas del curso. A sus 19 años, ha pasado de competir en Segunda RFEF con el filial a convertirse en un fijo en Mestalla, y uno de los referentes del nuevo proyecto. Ha disputado prácticamente todos los minutos, actuando como central o lateral derecho, y ha llamado la atención de equipos top, que intentarán aprovechar que queda libre en 2025.
Ha sido un habitual en las categorías inferiores de ‘La Roja’, pero la federación de Colombia está intentando convencerle para que se decante por ellos, y puede ir convocado a la Copa América.
Yulian, el hermano menor de Cristhian, también impresiona en la entidad ‘ché’
Pero Cristihian no es el único Mosquera que impresiona en la entidad ‘ché’, pues su hermano pequeño, Yulian, que juega en el Infantil A y tiene 12 años, es una de las esperanzas de Paterna, y juega con niños un año más grandes.
Si los Williams han conseguido jugar juntos, pese a la diferencia de ocho años, los Mosquera esperan hacer lo mismo, pues se llevan siete años.