El empate del Barça contra el Espanyol en el último partido del año del equipo de Xavi Hernández tuvo un nombre propio, Mateu Lahoz, el árbitro, que firmó una actuación pésima. El colegiado valenciano fue el triste protagonista del derbi, aunque en el Barça tomaron nota del triste rendimiento que aportaron algunos de los jugadores, que siguen demostrando no tener nivel para formar parte de la plantilla blaugrana.
Y Joan Laporta tiene claro el nombre de dos futbolistas que, si por él dependiera, ya estarían fuera del club. El primero es Raphinha, jugador que en los últimos días se ha rumoreado que podría salir de vuelta a la Premier League. El segundo es Ferran Torres, un jugador que llegó al Barça por petición expresa de Xavi Hernández y que contra el Espanyol volvió a firmar una actuación floja.
Raphinha, en el mercado
El fichaje de Raphinha fue polémico desde el primer momento. Xavi Hernández quería un extremo rápido y habilidoso para suplir la salida de Dembélé, que se negaba a renovar. Apareció la opción de fichar a Raphinha, aunque estaba la duda de por qué un delantero brasileño estaba en un equipo pequeño como el Leeds con 25 años. Estaba firmando una temporada espectacular y a Xavi le gustaba.
El problema vino cuando Dembélé decidió renovar. Con el francés de nuevo en el proyecto, se consideró que el fichaje de Raphinha era innecesario, pero Xavi Hernández insistió. El brasileño, que estaba a un paso de firmar por el Chelsea harto de esperar al Barça, le dio a la entidad blaugrana un ultimátum, logrando que el club le fichara. Al principio convenció, pero poco a poco se fue apagando. Es un extremo de calidad, pero no diferencial, como certificó en el Mundial de Qatar, en el que acabó siendo criticado por la prensa y la afición brasileña. El Barça quiere recuperar la inversión, por lo que cualquier oferta cercana a los 50 millones de euros será aceptada.
Ferran Torres suma decepciones
El segundo señalado del derbi contra el Espanyol fue Ferran Torres. El valenciano fue suplente, en beneficio de Ansu Fati, pero entró al terreno de juego, junto a Dembélé, para intentar revolucionar un partido que se había complicado con el penalti de Marcos Alonso a Joselu. Ferran Torres no solo no aportó nada, sino que dejó muy malas sensaciones, lejos de la vitola de estrella con la que aterrizó al Camp Nou ahora hace un año.
El Barça tenía apalabrado el fichaje de Dani Olmo, pero la insistencia de Xavi Hernández, que acababa de llegar al banquillo, por fichar a Ferran Torres lo cambió todo. El Barça consideraba que el valenciano era demasiado caro, pero acabó aceptando la petición del entrenador. Como Raphinha, Ferran Torres empezó muy bien su etapa en el Camp Nou, pero se diluyó, hasta el punto de que ya es suplente para el propio Xavi Hernández. Está en el mercado, aunque en el Barça temen que no podrán recuperar el dineral que costó, 50 millones de euros fijos más 10 en variables.