El Barça se llevó la victoria de su visita al Estádio do Dragão. Un gol de Ferran Torres fue suficiente para sumar tres puntos a pesar de sufrir muchísimo durante todo el partido. El Porto mereció más ante|delante de un equipo blaugrana con muchos problemas y uno muy bajo rendimiento de sus jugadores. Incluso, Xavi Hernández se dedicó más a hacer correcciones que marcar el camino de la victoria.
Y es que este Barça está pasando un momento de crisis a nivel deportivo. Se empezó la temporada muy bien, pero ha llegado el momento de bajar el ritmo y empezar a sufrir. Buenas sensaciones a nivel defensivo, pero suspendes general. Y suerte que el Porto hizo un regalo que sirvió para ganar el partido.
Tres malas actuaciones en el Barça
Y entre las notas que se han tenido que poner después del partido hay tres futbolistas que claramente han suspendido en este duelo contra el Porto. Joao Cancelo, Oriol Romeu y Lamine Yamal no estuvieron al nivel que requería un partido de Champions League. Tres actuaciones a un muy bajo nivel que dejaron retratado al Barça en más de una ocasión.
Cancelo hizo de lateral derecho de toda la vida. Esta vez no se atrevió a hacer excursiones en ataque y tampoco actuó como centroampista. Una actuación insuficiente por lo que Cancelo nos tenía acostumbrados. Y ya se puede decir sin ningún tipo de problema que fue su peor partido como jugador del Barça. Y suerte que el penalti que hizo no le acabaron pitando.
Con respecto a Oriol Romeu, partido todavía más flojo, ya que era titular en el mediocentro y acabó en el banquillo. Además, cuando funcionaba como pivote lo reubicaron como interior, donde todavía estaba más perdido. Y el mediocentro de urgencia tuvo que ser Ilkay Gündogan. Con eso ya se explica todo.
Y Lamine Yamal no fue el Lamine Yamal de siempre. Sí que tuvo algunas oportunidades para marcar las diferencias, pero jugaba atascado y no tenía soluciones. Demasiado desaparecido. Y, para acabar, tuvo que abandonar el terreno de juego por una indisposición.
Xavi Hernández abronca a Joao Cancelo
El Barça hizo a un partido nefasto, pero acabó sirviendo para liderar en solitario el Grupo H de la Champions League. Xavi Hernández no estuvo nada contento y recibió una tarjeta amarilla durante el partido. Pero las correcciones fueron constantes. Y Cancelo fue quien recibió broncas, ya que lo tenía en frente en la segunda parte y es quien tuvo más problemas a nivel defensivo.
Cancelo, muy obligado a defender, notó su falta de contundencia. Y cometió errores impropios en él cuando se sintió presionado. Un partido de desconexión que se ha resuelto, pero no puede volver a pasar, y menos en duelos de la máxima competición europea.