Aston Martin ha hecho una importante apuesta para poder tener un proyecto ganador y ambicioso, que permita a Fernando Alonso tener un coche competitivo y que aspire a conseguir podios, e incluso victorias, a corto-medio plazo. El gran objetivo de esta temporada será ayudar a que el asturiano recupere las buenas sensaciones que tuvo a principios de 2023, e incluso poder llegar al nivel de otras escuderías como Ferrari, McLaren, Mercedes o Red Bull Honda.
Y se permiten el lujo de soñar con poder pelear por el campeonato de Fórmula 1, que sería el tercero en el palmarés para el ‘14’, después de los dos que logró en 2005 y en 2006 con Renault. Y la persona que promete ser crucial para conseguirlo es Adrian Newey, el nuevo líder de los ingenieros, y que hace unos meses sorprendió con su decisión de abandonar el Oracle Red Bull, donde había logrado crear un monoplaza sin puntos débiles.
Una cosa de la que se aprovecharon Mark Webber y Sebastian Vettel en su momento, y más recientemente, Max Verstappen, como demuestran los últimos cuatro títulos que ha conseguido, mostrando una superioridad insultante con respecto al resto de rivales, a excepción del último año, coincidiendo, precisamente, con la salida del prestigioso ingeniero británico a mitad de temporada. Y se decantó por la oferta que le presentó Lawrence Stroll.
Le puso encima de la mesa un contrato válido para los próximos cinco años, con un salario de 30 millones de euros netos por cada uno de ellos, haciendo un total de 150 ‘kilos’ siempre que respete este vínculo. Y no ha llegado solo, pues también le ha acompañado Dan Fallows, el antiguo jefe de aerodinámica de Red Bull, al cual conoce perfectamente después de haber trabajado juntos, y que también promete ser una pieza muy importante.
Alonso ha recibido la promesa de que más pronto que tarde podrá estar peleando con Lewis Hamilton, George Russell, Charles Leclerc, Oscar Piastri, Lando Norris y compañía, y que Aston Martin será uno de los equipos más potentes.
Newey, 100% implicado en el proyecto de Aston Martin
Newey ya se encuentra trabajando sin descanso en poder tener resultados con Aston Martin, y está 100% implicado en el proyecto, como demuestra el hecho de que haya pedido dormir en la fábrica.
Quiere trabajar día y noche para evolucionar el coche, y que a partir de junio, la fecha marcada en rojo en el calendario, ya hayan igualado, e incluso superado, al resto de escuderías.