La alineación base del Real Madrid ha dado un giro inesperado en las últimas semanas. Hasta hace poco, todo el madridismo tenía en mente un centro del campo base formada por Tchouaméni, Kroos y Modric, con Fede Valverde como falso extremo para los partidos importantes. En el banquillo, para la rotación, quedaban Camavinga y Dani Ceballos, con la opción de Marco Asensio como suplente de Valverde en la banda derecha. El problema es que Tchouaméni no volvió nada bien del Mundial de Qatar, lo que provocó que Carlo Ancelotti buscara una alternativa.

El italiano probó primero con Dani Ceballos, desplazando a Kroos a la posición de pivote, pero después de un par de buenos partidos acabó rechazando esta opción. Después, Ancelotti hizo otra prueba, la de sustituir a Tchouaméni por Camavinga, que estaba jugando algunos partidos como lateral derecho, ante los problemas físicos de Mendy. El francés respondió con nota, hasta el punto de que Camavinga ha logrado superar a Tchouaméni en el once de gala, pues técnicamente está mejor dotado, además de que posicionalmente ha dado un salto espectacular.

Camavinga, luchando un balón con Roberston en el Liverpool-Madrid / Foto: EFE - Peter Powell

Premio a la paciencia

Eduardo Camavinga no solo le da más y mejor salida de balón al Real Madrid, sino que además ha crecido mucho sin balón, una inteligencia táctica que le permite recuperar muchos balones. Tanto Modric como Kroos están encantados con Camavinga al lado, pues pueden jugar más sueltos, entrar más en contacto con el balón, a lo que se añade una mayor circulación de balón. Camavinga ha visto así recompensada su paciencia.

A Camavinga le ha convencido su cambio en la incidencia del equipo. Estuvo un tiempo en el banquillo, pero su gran capacidad por tener paciencia le ha acabado premiando. Solo tiene 20 años y ya cumple su tercera temporada en el Real Madrid, un futuro muy prometedor que ha convencido al club blanco, que se llegó a plantear una cesión de Camavinga.

Tchouaméni, en el banquillo del Real Madrid / Foto: Europa Press

El último servicio de Zidane

Nacido en Angola pero con nacionalidad francesa, Eduardo Camavinga empezó su carrera deportiva en el fútbol en el fútbol base del Stade de Rennes. No tardó en convertirse en una gran promesa del fútbol francés, lo que le hizo entrar en la lista de futuribles de Zinedine Zidane. El entrenador francés insistió en su fichaje, por lo que el Real Madrid le hizo un seguimiento exhaustivo. Zidane se fue del club, pero los informes de Camavinga se quedaron, hasta convencer a Florentino Pérez a pagar 30 millones de euros por él.

En un primer momento, parecía que Camavinga no iba a llegar, que tendría que salir del Real Madrid al no adaptarse. El jugador, a pesar de afirmar en un par de ocasiones que quería participar más, tuvo paciencia y trabajó duro en los entrenamientos. Casi tres años después le ha llegado la oportunidad, y no la está desaprovechando.