El Liverpool parece decidido a fichar a Giorgi Mamardashvili, el portero georgiano del Valencia CF, como el futuro sucesor de Alisson Becker. El equipo inglés está dispuesto a pagar una cifra que rondaría los 30 millones de euros, una cantidad que podría convencer al propietario del Valencia, Peter Lim, quien busca desesperadamente hacer caja antes de que cierre el mercado.
El interés del Liverpool por Mamardashvili no es casualidad; el georgiano se ha consolidado como uno de los mejores porteros jóvenes de Europa, destacando especialmente en la pasada Eurocopa. Los grandes de Europa lo siguen de cerca, pero hasta ahora el único que ha decidido mover ficha es el conjunto inglés
Flick, atento
Hansi Flick, técnico del Barça, sigue de cerca esta situación, ya que su equipo se enfrenta al Valencia este sábado y prefiere evitar enfrentarse a un portero de la calidad de Mamardashvili.
El georgiano ya ha demostrado en el pasado que es capaz de ganar partidos él solo con sus reflejos. Si la negociación avanza rápido, lo más probable es que no esté en Mestalla el sábado y la portería la ocupe Dimitrievski.
La operación
La idea del Liverpool es fichar al portero y cederlo a otro club de la Premier League durante una temporada para que gane experiencia jugando alrededor de 40 partidos antes de asumir la responsabilidad de la portería de Anfield. Aunque también se contempla la posibilidad de que permanezca cedido en el Valencia, esta no es la opción preferida por los ingleses.
En cuanto al Valencia, el club se encuentra en una situación complicada. Después de que la venta de Javi Guerra al Atlético de Madrid se viniera abajo, las arcas del equipo necesitan ingresos urgentes. Lim, consciente de la necesidad de vender, podría verse forzado a aceptar la oferta del Liverpool, especialmente si esta se acerca a los 30 millones de euros que se están mencionando en la prensa inglesa.
El Newcastle también mostró interés en Mamardashvili, pero su oferta inicial de 25 millones de euros fue insuficiente. Ahora, con la Liga a punto de comenzar, el Valencia se ve obligado a reconsiderar sus pretensiones iniciales de 40 millones de euros, lo que coloca al Liverpool en una posición ventajosa para cerrar la operación.