El Barça tiene una preocupación comprensible con la línea defensiva. La imagen que están dejando es totalmente contraria a la de la pasada temporada, cuando pulverizaron todo tipo de récords, y esto permitió a Marc-André ter Stegen ganar el Trofeo Zamora. Pero este curso están mostrando una fragilidad impresionante, y no encajar un gol se ha convertido en una sorpresa. Porque ya han tenido que recoger el balón del fondo de las redes en 10 ocasiones, cuando solamente se han disputado nueve jornadas de La Liga EA Sports.
Es prácticamente los mismos goles que encajaron durante todo el campeonato anterior, pues en 38 partidos recibieron 20 dianas en contra, y la gran mayoría de ellas en los últimos choques, con el título ya asegurado. El guardameta alemán sigue rindiendo a un gran nivel, pero está claro que alguna cosa no funciona en la retaguardia. Y el primer futbolista que está en el punto de mira de Xavi Hernández es Alejandro Balde.
A nivel ofensivo, nadie discute que aporta mucho peligro, y que es uno de los mejores del planeta. Pero es evidente que tiene que mejorar mucho en defensa, ya que deja muchos espacios a su espalda, una cosa que los rivales no dudan en aprovechar. Y exactamente lo mismo se aplica con Joao Cancelo, quien sí es más sólido y contundente, también fruto de la experiencia que acumula, pero aún y así tiene una tendencia preocupante a descuidar las labores de repliegue en ocasiones.
Ronald Araújo es el único que se salva de las críticas, y de hecho en el Camp Nou justifican la facilidad que han tenido para recibir goles con las ausencias del ‘4’ por problemas físicos, quien innegablemente es una de las estrellas del equipo, y el líder de la retaguardia. Cuando está disponible, la sensación es muy diferente, y se ha ganado ser considerado como un fijo. En cambio, se pide mucho más a Jules Koundé y a Andreas Christensen.
Sobre todo, al internacional francés, que costó 50 millones de euros, y se muestra especialmente irregular.
El Clásico contra el Real Madrid, una prueba de fuego para el Barça
El Barça tiene una serie de pruebas muy exigentes en las próximas semanas, comenzando por un duelo frente al Athletic Club de Bilbao, y siguiendo por la visita del Shakhtar Donetsk. Pero, en especial, la fecha señalada en rojo por Xavi en el calendario es el Clásico contra el Real Madrid.
Será una prueba de fuego, y están obligados a recuperar la seguridad atrás para proteger la portería de Ter Stegen.