No todo es alegría ni euforia en el Barça cuando se habla de Leo Messi. Porque hay una parte importante de la afición que cree que lo mejor es dar este capítulo por cerrado, para no tener que volver a revivir el trauma que experimentaron cuando llegó el momento de despedirse de él. Y todavía hay gente que no olvida ni perdona que intentara marcharse totalmente gratis en 2020, a través de un burofax, de una forma muy fría y distante.
Aún y así, Joan Laporta y Xavi Hernández parece que están decididos a intentar convencer al actual jugador del Paris Saint-Germain para que regrese al Camp Nou en junio, cuando pasará a ser agente libre. Pero para ello deberán de lidiar con el malestar de cuatro piezas de la plantilla, que no aprueban esta noticia. El primero de todos es Marc-André ter Stegen, que nunca ha ocultado que su relación con el delantero de 35 años acabó siendo pésima.
Nunca fueron amigos cercanos, pero todo explotó después de que el arquero germano le recriminara al capitán de la plantilla en ese momento el comportamiento que tuvo con Riqui Puig. Todo esto acabó provocando un divorcio total entre ambos futbolistas, que nunca han arreglado. De hecho, ni siquiera le dedicó un mensaje de despedida cuando se marchó. Asimismo, Anssumane Fati es otro de los ‘traidores’ que pide paralizar la incorporación del campeón del Mundial de Qatar.
Para empezar, porque sabe perfectamente que tendría que devolverle el dorsal ‘10’, y segundo, porque acabaron sin dirigirse la palabra. Todo, a raíz de los celos que Messi sentía por el hispano-guineano, que en ese momento pasó a ser el nuevo ídolo del Barça. Y tampoco perdona que despidiera a su padre, Jorge Messi, para contratar a Jorge Mendes como nuevo representante. Siguiendo con esta lista, nos encontramos a Robert Lewandowski.
El polaco es consciente de que no está en un buen momento de forma, pero pide que tengan paciencia. Le prometieron que sería la estrella del equipo, y sabe que eso no sería así en caso de que Leo vuelva.
Ousmane Dembélé, el último perjudicado
Ousmane Dembélé sería el último perjudicado en caso de que Messi firme por el Barça. Y es que tendría que aceptar jugar menos minutos, y lo que es más importante, dejar de ocupar la banda derecha, donde más cómodo se encuentra, ya que esa zona estaría reservada para el siete veces ganador del Balón de Oro.
¿Qué hará Laporta sabiendo que Leo no sería bien recibido en el vestuario?