Hace ya mucho tiempo que Gerard Piqué es más noticia por todo lo que hace fuera de los terrenos de juego que defendiendo la camiseta del Barça. El central, cerca de su retirada, está cada dos por tres organizando actos fuera del fútbol, especialmente en cada parón por partidos de selecciones.
Este jueves, sin ir más lejos, Piqué dedicó todo el día al Mundial de Globos organizado por él mismo en Port Aventura junto a Ibai Llanos, un acontecimiento que terminó pasada la medianoche y a la cual también asistieron otros jugadores de la primera plantilla como Riqui Puig, Jordi Alba o Agüero. Y todo, a 3 días de recibir en el Camp Nou al Valencia y en una situación límite después de la dolorosa derrota contra el Atlético de Madrid.
Ronald Koeman está harto de la actitud de Piqué / EFE
Parte del vestuario, harto de Piqué
Y poco a poco la situación se está volviendo insostenible, pues en el vestuario del Barça hay jugadores que empiezan a estar hartos de la actitud de Piqué, que parece más centrado en sus actividades extradeportivas que en trabajar duro para sacar al club del pozo en el que se encuentra. Cuando no es el Mundial de Globos es la Copa Davis, una entrevista alejada del fútbol o un directo con Ibai Llanos.
Futbolistas implicados como Ter Stegen o De Jong empiezan a estar hartos y sus opiniones han convencido a Dest y Depay, dos futbolistas que también han asumido que ellos deben liderar la reacción del Barça. Todos ellos, además, forman parte del núcleo duro de Koeman. El entrenador no se ve en estos momentos fuerte como para plantarse con Piqué, aunque empieza a estar cansado, como demostró sustituyendo al central en Lisboa a la media hora temiendo que fuera expulsado.
Ter Stegen no entiende la falta de compromiso de Piqué en un momento tan delicado / Instagram / Barça
Los jugadores esperan la entrada del club
De hecho, dentro de la plantilla del Barça empieza a haber voces que consideran que si Gerard Piqué sigue por el mismo camino tendría que ser el propio Joan Laporta el que cogiera la sartén por el mango, pues no es normal que un capitán de la plantilla actúe de esta manera, y menos con el equipo en plena crisis de resultados, juego y confianza.
El problema es que estos mismos jugadores saben que Piqué y Laporta son ahora mismo íntimos, una relación que hace muy difícil que el presidente vaya a hacer algo al respecto. La situación, pues, puede acabar explotando en cualquier momento, y más si los resultados siguen sin ser positivos.
Imagen principal: Gerard Piqué, antes de empezar un partido del Barça de esta temporada / Europa Press