El mercado veraniego del Barça ha sido muy ajetreado. Tanto en el apartado de entradas, con fichajes ilusionantes como Raphinha, Bellerín o Robert Lewandowski, pero sobretodo en el capítulo de salidas, donde se ha ejecutado una limpieza profunda de muchos de los jugadores que no contaban para Xavi Hernández y cuyos contratos suponían una limitación económica evidente.
El límite salarial volverá a bajar la próxima temporada
Con la activación de las cuatro palancas económicas y el hecho de poder desprenderse de muchos jugadores, el límite salarial del Barça ha pasado de ser de -144 millones a llegar hasta los 650 en positivo. Un aumento inaudito, pero que no es sostenible. El propio Javier Tebas, presidente de La Liga, el órgano gestor y que determina el límite salarial de cada equipo, ya dijo que la temporada siguiente el Barça debería seguir rebajando su masa salarial, pues calculaba que el límite bajaría hasta unos 400 millones de euros.
Es por ello que en el Camp Nou siguen trabajando para deshacerse de algunos de esos contratos, de dos formas distintas. La primera sería reduciendo drásticamente alguno de los sueldos más elevados de la plantilla, aunque a varios jugadores se les ha planteado esa opción y no han puesto facilidades. Es por eso que la segunda alternativa, la más rotunda, es desprenderse definitivamente de algunos futbolistas.
Cuatro futbolistas pueden salir este enero
En el próximo mercado de invierno, el Barça buscará dar salida a cuatro jugadores, como mínimo. Uno de ellos volverá a ser Frenkie de Jong. El neerlandés ya estuvo en todas las quinielas para salir este verano, no tanto por su rendimiento deportivo, que pese a no ser brillante muchas veces es más que digno, sino porque es de los que más cobra de la plantilla. Se acabó quedando, bloqueando así el fichaje de Bernanrdo Silva. En enero, tanto Chelsea como Manchester United pueden volver a la carga y el Barça volverá a negociar.
Otro jugador que estuvo a un paso de salir fue Memphis Depay. El otro neerlandés de la plantilla casi acaba, primero en la Juventus, y posteriormente en el Chelsea, pero también se negó a salir. Su contrato acaba en 2023, por lo que su estancia en Barcelona tiene fecha de caducidad. Es un jugador prescindible, y si Mateu Alemany consigue sacar algo por él en enero lo venderán sin problemas.
Por último, pero no por ello menos importante, dos de los capitanes: Gerard Piqué y Jordi Alba. El primero ha pasado a ser el quinto central de la plantilla, y aunque ya ha hecho muchos gestos y rebajas salariales para ayudar al club, podría salir incluso antes que acabe la temporada. Eso le permitiría jugar más, y el Barça seguiría teniendo bien cubierta la posición de central. Si Piqué es el quinto central, Jordi Alba es el tercer lateral izquierdo, por detrás del joven Alejandro Balde y de Marcos Alonso. El Barça ya lo intentó ceder al Inter de Milán en el último momento, pero se negó a salir, y si cambia de opinión en enero, el club le facilitará su salida.