La Juventus está lista para apretar el acelerador y llevarse a Ronald Araujo en este mercado de invierno. Según las últimas informaciones, el club turinés planea presentar en los próximos días una oferta que rondará los 50 millones de euros, con 20 millones adicionales en variables, para convencer al FC Barcelona de dejar marchar al central uruguayo.
En los despachos del Camp Nou, Deco ha dejado clara su postura. Aunque considera a Araujo un jugador importante, las necesidades financieras del club obligan a tomar decisiones difíciles. Según fuentes internas, el director deportivo confiesa que, si la oferta incluye esos 20 millones en variables, el Barça no podrá rechazarla. Para Deco, una cifra total de 70 millones representa una oportunidad irrechazable para sanear las cuentas y abordar otras necesidades en el mercado.
Sin embargo, esta decisión supone un gran dolor de cabeza para Hansi Flick. La defensa del Barça no atraviesa su mejor momento, y la lesión de Iñigo Martínez, que estará fuera al menos mes y medio, deja a Flick con muy pocas opciones en la zaga central. Si Araujo se marcha, el técnico alemán solo contará con Andreas Christensen, Eric García y el joven Cubarsí, una situación que compromete seriamente la solidez defensiva del equipo en un tramo clave de la temporada.
Además, Flick ha sido claro en sus mensajes recientes: no quiere perder a Araujo, especialmente ahora que el uruguayo ha recuperado su mejor forma y ha sido determinante en los últimos encuentros, incluido el Clásico contra el Real Madrid. Sin embargo, la opinión del entrenador podría no ser suficiente para frenar una operación que en los despachos del club ya ven prácticamente cerrada.
Desde Italia, la Juventus está haciendo todo lo posible para cerrar el fichaje de Araujo cuanto antes. El central es una prioridad para Thiago Motta, que ve en el uruguayo al líder que necesita para reforzar su línea defensiva y competir tanto en la Serie A como en Europa. Los bianconeri confían en que su oferta será suficiente para convencer al Barça, especialmente con las variables que podrían incluir objetivos accesibles, como partidos jugados o clasificación a la Champions League.
Si la operación se concreta, el Barça no solo perderá a uno de sus defensores más fiables, sino que Flick se enfrentará a un reto monumental: reconstruir una defensa con recursos limitados y sin margen de error. La salida de Ronald Araujo, que parecía improbable hace unas semanas, podría convertirse en una realidad dolorosa tanto para el entrenador como para los aficionados.