Ferran Torres sigue siendo un problema mayúsculo en el Barça. Por mucho que comenzara la temporada dejando muy buenas actuaciones y sorprendiendo a todos, ha vuelto a dejar dudas con el rendimiento que ha mostrado en las últimas semanas. Nuevamente está siendo el jugador irregular y poco preciso que había sido en su primer año y medio en el combinado azulgrana, y que pasa totalmente desapercibido por el campo.
Xavi Hernández le ha dado más confianza que nunca, y ha tenido mucha continuidad, beneficiándose también de las numerosas lesiones que ha habido en la plantilla, como las de Robert Lewandowski o Raphinha. Pero lejos de dar un golpe sobre la mesa y aprovechar para reivindicarse, el internacional español ha dejado más dudas que nunca. Y sus estadísticas, cinco goles y dos asistencias, son realmente engañosas, ya que consiguió estas cifras en los primeros duelos.
Acumula una racha preocupante de compromisos sin ver portería ni resultar determinante, y Joan Laporta otra vez ha empezado a plantearse la venta del extremo de 23 años de edad. La paciencia en el Camp Nou está llegando al límite, y el ‘7’ nunca ha demostrado ser un crack capaz de marcar las diferencias, ni de poder amortizar los 55 millones de euros que tuvieron que pagar en enero de 2022 para poder sacarlo del Manchester City.
Pep Guardiola envió un ‘regalo envenenado’ al Barça, que ha acabado siendo un auténtico fracaso. Porque como Deco y Mateu Alemany pudieron comprobar, ahora mismo es totalmente imposible recuperar la inversión que realizaron. Ferran tiene algunos pretendientes, pero ni se acercan a lo que costó en su día. Y las ofertas más elevadas que han recibido solamente llegan a los 30 ‘kilos’, es decir, prácticamente la mitad. Una ruina.
Tendrán que tomar una decisión muy delicada con Torres. Y es que ahora mismo solo pueden regalarlo, a un precio muy inferior, o seguir reteniéndolo en el vestuario, confiando en que pueda remontar el vuelo, y revalorizarse sustancialmente.
Ferran, una petición de Xavi
Aunque no sería justo echar las culpas a Laporta de la contratación de Ferran, pues hay que recordar que fue una petición personal de Xavi, que estaba convencido de que funcionaría a la perfección en el Barça y tendría una adaptación inmediata.
La apuesta de la junta directiva era traer de vuelta a Dani Olmo desde el RB Leipzig, con el cual había un acuerdo prácticamente cerrado.