El Barça es, sin ninguna duda, mucho mejor equipo del que acabó la pasada temporada. Durante este mercado de fichajes, que todavía no se ha acabado, Joan Laporta ha conseguido reforzar la plantilla en todas las líneas del terreno de juego para ser un equipo más competitivo y que vuelva a ser un candidato a tener en cuenta para todos los títulos. Donde más novedades ha habido ha sido en la parcela ofensiva, y eso provoca que jugadores que hasta ahora eran intocables para Xavi Hernández, se encuentren en una situación que puede acabar siendo problemática.

Ferran Torres, en la cuerda floja

Es el caso de Ferran Torres, que tras llegar el pasado mercado de invierno por 55 millones de euros fijos, que pueden acabar siendo 65 si se cumplen las variables pactadas con el Manchester City, no tiene sitio en el equipo titular. Los fichajes de Raphinha y Robert Lewandowski, además de la recuperación física de Ansu Fati y la "renovación" inesperada de Ousmane Dembélé, aumenta la competencia en ataque a unos niveles altísimos. Además, el ex del Valencia se ha pasado la pretemporada lesionado, por lo que tendrá difícil entrar, si las cosas salen bien.

Ferran Torres, en uno de sus partidos con el Barça en la pasada temporada / Fotografía: EuropaPress

Además de los cuatro citados, también puede tener por delante a Pierre Emerick-Aubameyang, que si sigue con la puntería tan afinada como en la segunda mitad de la temporada pasada, será un recurso importantísimo para Xavi Hernández. Ferran Torres, hace menos de un año, fue una apuesta de club, y de entrenador, que no paró hasta conseguirlo.

El Barça, obligado a pelear por absolutamente todo

Fue una de las primeras peticiones de Xavi cuando asumió el cargo, y se la concedieron, aunque el precio ha sido alto. No obstante, ese Barça es muy distinto al de ahora, y si hace unos meses Ferran podía suponer una bocanada de aire fresco, ahora puede convertirse en un problema grave, y será importantísimo ver como lo gestiona el entrenador, que tiene una papeleta complicada en sus manos.

Raphinha supone más competencia para las posiciones ofensivas del Barça / Fotografía: Europa Press

Con la plantilla actual, los culés están obligados a luchar por todos los títulos, y eso puede implicar que el de Foios vea bastantes partidos desde el banquillo. Eso haría que su valor de mercado, que actualmente está en 45 millones de euros, pueda caer. Todavía no ha empezado la temporada, pero los interrogantes en Can Barça son muchos. Cuando empiece a rodar el balón, se irán resolviendo algunas de las preguntas que planean sobre el Camp Nou.