El Arsenal ha vuelto de la mano de Mikel Arteta. El conjunto londinense, que tras la salida de Arsène Wenger ha vivido una larguísima travesía del desierto, es el líder de la Premier League tras prácticamente haberse completado la primera vuelta, un espectacular rendimiento que podría completar el próximo fin de semana si logra superar en el Emirates Stadium al Manchester United, su principal perseguidor junto al Manchester City. Es por ello que el Arsenal ha decidido reforzarse todavía más, de cara a su próxima participación en la Champions League, y una de las posiciones que Arteta insiste en fortalecer es la de los extremos, donde quiere rotaciones para tener a sus principales activos, Saka y Martinelli, frescos.
Y el nombre que está encima de la mesa es el de Raphinha, que el Arsenal, junto al Chelsea, ya intentó fichar el verano pasado. El Barça se adelantó, pactando con el Leeds una operación por 48 millones de euros fijos más 12 en variables, pero ahora ya considera transferible al jugador, que no ha acabado de encajar. El Arsenal ha preguntado por él y la respuesta es que el brasileño será suyo si ponen encima de la mesa 65 millones de euros, lo mínimo para amortizar el movimiento. La operación, eso sí, no sería para ahora, sino para el mercado de verano.
Debate sobre Raphinha
En el Barça, pues, el debate sobre Raphinha sigue abierto. Por un lado, hay quienes creen que el brasileño puede acabar siendo una gran estrella vestido de blaugrana, pero que para ello necesita tiempo. El jugador, por ejemplo, empezó muy bien la temporada, por lo que solo necesita recuperar aquella versión y explotarla.
Por otro, en cambio, está la teoría de que Raphinha no tiene el nivel para jugar como titular en el Barça y que lo mejor es aprovechar ahora que sigue teniendo un buen cartel para recuperar la inversión. En Inglaterra hay dinero y el jugador impresionó con el Leeds, por lo que recibir entre 60 y 65 millones por el brasileño es factible.
De Martinelli a Bernardo Silva
Si Raphinha se va, el Barça aprovechará el dinero para ir a por otro extremo, ya que Xavi Hernández necesita reforzar esa posición, y más si Ferran Torres y Ansu Fati siguen sin acercarse a su mejor versión. El Barça está muy interesado precisamente en Martinelli, de Arsenal, aunque no se contempla juntar las dos operaciones. El brasileño termina contrato en el 2024 y sigue sin renovar, lo que podría obligar a los londinenses a traspasarlo.
Otro camino es el de aprovechar la opción de compra para fichar a Carrasco por 15 millones de euros y destinar el dinero restante para ir a por Bernardo Silva, que sigue muy pendiente del Barça. El portugués sería un refuerzo de lujo, y más si Xavi Hernández va virando su inicial 4-3-3 a un 4-4-2 con Lewandowski y Dembélé arriba y un centrocampista más caído a la banda, sea Gavi o Bernardo Silva.