El Barça se ha caracterizado en los últimos años por su paupérrimo acierto a la hora de fichar nuevos jugadores. Han gastado mucho dinero en cracks que no han cumplido con las expectativas, y eso ha provocado que actualmente estén en una situación económica preocupante. Casos como los de Antoine Griezmann, Philippe Coutinho o Ferran Torres son un claro ejemplo de ello, y no pueden volver a repetirse. Por ello, Joan Laporta quiere cambiar la política de contrataciones.
Y tiene en el punto de mira a cuatro futbolistas que, entre el traspaso, las comisiones y su salario, costaron un total de 80 millones de euros. El primero es Eric García, que aterrizó con la carta de libertad procedente del Manchester City, pero se llevó una prima importante por firmar gratis. Y le prometieron un sueldo que no está justificando, debido a que ha pasado a ser la última opción en las rotaciones de Xavi Hernández para el eje de la retaguardia.
Mateu Alemany se arrepiente de haber firmado al central de 22 años, que ya generó muchas dudas con su aterrizaje, y no ha sido capaz de acabar con ellas. El nivel que ha mostrado claramente no es digno, y eso explica el por qué en el Camp Nou están buscando la manera de deshacerse del internacional español. Está en la lista de prescindibles, y estudiarán todas las ofertas que lleguen, aunque de momento, no tienen noticias al respecto.
Tampoco ha salido mejor la jugada con Franck Kessié, otro que no tuvo coste, pero sí se aseguró un pago al firmar muy interesante. En el Barça no tiene espacio, y ha dejado en evidencia que no tiene las cualidades necesarias para poder formar parte de la plantilla. De manera que también ha sido colocado a la venta, y en este caso, son bastante más optimistas, y confían en no tener demasiados problemas para encontrar un comprador.
Pablo Torres, por su parte, tuvo un coste aproximado de cinco ‘kilos’, y sigue siendo considerado como una gran apuesta de futuro. Pero, por ahora, Xavi no le ha dado confianza, y con total probabilidad se marchará en verano, en forma de préstamo.
Raphinha, el gran desastre
Aunque el dudoso honor de ser el gran desastre y el jugador que más caro ha salido es Raphinha. 60 millones pagaron al Leeds United por el extremo brasileño, que ha mejorado sus cifras en las últimas semanas, pero sigue siendo muy criticado por su toma de decisiones y sus errores.
Lejos de ser decisivo, pierde muchos balones, y por ello es suplente en el Barça, que ya está planteándose dejarle salir. Xavi no parece tener demasiada fe en sus habilidades.