La reciente eliminación de la Europa League ha significado un golpe bajo para el barcelonismo. El equipo, poco acostumbrado a jugar competiciones de segunda línea, se sentía en el deber conquistar el trofeo con el fin de demostrar que siguen formando parte de la élite del fútbol. Además, con la llegada de Xavi Hernández al banquillo del Camp Nou, parecía que el Barça volvía a ser el de antaño.

Sin embargo, el tropiezo contra el Eintracht de Frankfurt ha hecho saltar las alarmas en el club. El equipo disfrutó de oportunidades para recortar distancias antes de que fuera demasiado tarde, pero no fue capaz de establecer la amenaza de remontada en el marcador hasta el tiempo añadido. Desgraciadamente, uno de los futbolistas a cargo del cual corrieron muchas oportunidades de gol desperdiciadas fue Pierre-Emerick Aubameyang.

Pedri y Araujo, decepcionados durante el partido delante del Eintracht de Frankfurt / EFE

Aubameyang, con la pólvora mojada contra el Eintracht de Frankfurt

Hay noches en que uno está negado, y la del gabonés del pasado jueves se podría catalogar como una de estas. Fue el protagonista de errores manifiestos de gol, uno de ellas, a portería vacía, pero no fue capaz de conectar con el balón y dirigirlo a portería.

El ex del Arsenal no fue capaz de demostrar la lucidez y el acierto que venía luciendo hasta ahora de cara a puerta a pesar de recibir las magníficas asistencias de un Ousmane Dembélé, que una vez más, fue el líder ofensivo del Barça. Sea como sea, e independientemente de la incidencia de la mala noche de Aubameyang en el marcador, la cúpula directiva del Barça busca un refuerzo para la posición de nueve. Luuk de Jong volverá a Sevilla una vez concluya su cesión, Martin Braithwaite está en la rampa de salida y habrá que ver cómo se resuelve el caso de Memphis Depay y su contrato hasta verano de 2023.

Aubameyang, lamentando una ocasión fallida delante del Eintracht de Frankfurt / EFE

Darwin Núñez, un objetivo cada vez más inalcanzable

Uno de los nombres que más gusta a Xavi Hernández es el de Darwin Núñez. El delantero del Benfica ostenta ser el fichaje más caro de la historia de la entidad portuguesa. Concretamente, pagaron 24 millones de euros por él al Almería, un equipo que, a pesar de militar en segunda división, tenía un diamante en bruto en sus filas. Tanto es así, que el uruguayo se ha destacado como el máximo goleador del club lisboeta, tanto en la presente temporada, como en la anterior.

Darwin, de 22 años, acumula la estratosférica cifra de 32 goles en 37 partidos contando todas las competiciones, dato que no ha pasado desapercibido teniendo en cuenta que seis de estos goles han sido en la máxima competición europea. Precisamente el Barça fue víctima de la potencia física del delantero nacido en Artigas, y esta es una de las razones por las cuales interesa a Joan Laporta. No obstante, Darwin Núñez se ha ganado la fama de ser uno de los delanteros más prometedores de Europa y su precio ya es de 80 millones.

Darwin Núñez, celebrando un gol contra el Barça / Europa Press

El caso es que el Paris Saint-Germain ofreció 70 para hacerlo jugar en el Parque de los Príncipes durante la próxima temporada, pero según ha destacado el diario Sport, el Bayern de Múnich ha aumentado el precio de la subasta hasta los 80 millones. Una cifra prohibitiva que deja al Barça fuera de combate.

 

Imagen principal: Joan Laporta, durante el Forensic / EFE