Si a principios de verano Joan Laporta aseguraba que el FC Barcelona estaba saliendo del túnel, que el club pronto volvería a la regla del 1x1 y que estaba en disposición de afrontar los fichajes necesarios, la realidad está siendo muy diferente. Un año más, y ya van tres consecutivos, la entidad no tiene una estructura económica sólida para consolidar una plantilla en condiciones.

La primera gran decepción fue el fichaje fallido de Nico Williams. El Athletic Club pidió la totalidad de su cláusula (58 millones de euros). Una cantidad que el Barça no podía pagar si quería mantener cierto margen en la masa salarial. Cuanto menos dinero haya en el presupuesto anual, menor es el margen. Mientras que el futbolista, que aceptaba las condiciones a la baja que le propusieron desde la ciudad condal, exigió garantías de ser inscrito antes del inicio de las competiciones oficiales. Otro escollo que el Barça no pudo superar. El resultado, Nico decidió quedarse en el Athletic, al menos, un año más.

Nico Williams contra el Getafe / Foto: EFE

El Barça quema opciones para reforzar el extremo izquierdo

El plan B, Luis Díaz, tampoco salió bien. El Liverpool exigió 75 millones de euros para dejarlo salir. Una cantidad que el Barça no se podía permitir si, además, tenía que cubrir las pretensiones económicas del futbolista. La misma tesitura que en el caso de Nico.

Luis Díaz encara a Pedro Porro durante el España - Colombia / Foto: EFE

Ahora el Barça se plantea otras dos opciones. La más deseada es la de Rafael Leao. Sin embargo, esta operación tampoco tendrá buen final. El jugador, con una cláusula de 175 millones de euros, tiene contrato hasta 2028. El Milan, necesitado de dinero, hubiera aceptado rebajar sus pretensiones a 80 ‘kilos’. Pero esta cifra sigue siendo prohibitiva para el Barça. Incluso se ha planteado incluir algún jugador en la operación, pero los futbolistas que podrían entrar no interesan al club italiano.

Rafael Leao Milan / Foto: Europa Press

Así las cosas, a los azulgrana solo les queda la última opción. Estamos hablando de Federico Chiesa, actualmente la única opción factible para los culés. Un fichaje que, a decir verdad, genera ciertas dudas, teniendo en cuenta a la lesión que sufrió en la rodilla. No obstante, es la única a la que puede aspirar la entidad catalana. Sin perder del todo de vista a Leao, Chiesa es la vía en la que el Barça está invirtiendo más esfuerzos para completar el tridente de Hansi Flick.

Federico Chiesa celebra un gol con Italia / Foto: Europa Press

Sobre el papel, Chiesa es la única opción posible en este mercado

Una operación que, si todo va bien, se adaptará a las capacidades económicas del Barça. La Juventus de Turín reclama 15 millones de euros, aunque están dispuestos a rebajar sus pretensiones. Al fin y al cabo, Chiesa termina contrato en 2025, con lo que en enero podrá negociar con quien quiera como agente libre, y tampoco cuenta para Thiago Motta. Mientras que el futbolista también aceptaría una rebaja salarial respecto a los 6 millones que cobra actualmente, metiendo una parte de su sueldo en variables.

Como decíamos, el Barça sigue pendiente de Leao. En el club no pierden la esperanza de que haya algún cambio de última hora. Pero saben que, si quieren evitar un nuevo ridículo y no arriesgarse a quedarse sin extremo, no pueden quitar el pie del acelerador por Chiesa. A día de hoy es la única opción factible.