El Barça sigue buscando vías para hacer fichajes a pesar de la mala situación económica. La debacle contra el Shakhtar Donetsk y las malas sensaciones en la victoria contra la Real Sociedad han hecho ver a Joan Laporta que se necesitan refuerzos para competir todos los títulos.
Aunque la calidad de la plantilla da para jugar mejor, hay algunas posiciones que se han ocupado con recursos de emergencia a los que ahora se le ven las costuras. Una de ellas es claramente el pivote defensivo, un puesto clave en el juego posicional del Barça, que este año solo está ocupado por Oriol Romeu. El catalán llegó este verano para sustituir la baja de Sergio Busquets, pero rápidamente se ha visto que el ex del Girona no es suficiente. Por eso Xavi Hernández ha pedido la llegada ya de un mediocentro. Y el elegido es Joshua Kimmich.
Kimmich, el sustituto ideal
El técnico egarense ha dejado claro siempre que el fichaje del alemán era clave para el equipo. La situación económica del conjunto blaugrana no ha permitido abrir negociaciones con el Bayern de Múnich, un equipo con el que siempre es duro negociar. Pero las necesidades del equipo obligan a la dirección deportiva a dar el paso.
En el Camp Nou saben que el jugador de 28 años estaría encantado de unirse al Barça. Su rol en el equipo de Thomas Tuchel no está siendo el que él esperaría y tampoco está teniendo su mejor temporada, después de haber sido una de las estrellas de la Bundesliga junto a Jude Bellingham. Contra el Darmstadt, en liga, Kimmich fue expulsado a los 4 minutos. Después de perder el balón cerca del área, tuvo que hacer una falta al rival siendo último hombre. El equipo no sufrió su pérdida y acabó ganando 8-0. Pocos días después, el mediocentro jugó todo el partido en la sorprendente derrota contra el Saarbrücken que los eliminó de la DFB Pokal.
El Bayern pide 80 millones
A pesar de su situación, el Bayern sigue contando con él. Pero el jugador no está dispuesto a renovar de momento. Su contrato acaba en 2025, lo que bajaría su precio en el mercado de fichajes de 2024, cuando le quedaría un año de contrato. Aprovechando esta circunstancia, el Barça quiere intentar abaratar la operación.
Desde el club bávaro no quieren bajar de los 80 millones de euros. Pero ante la necesidad de vender al jugador si no quieren dejarlo salir gratis, Laporta intentará negociar un traspaso por una cantidad inferior. Es la misma situación que se vivió con Robert Lewandowski la pasada temporada. Pero habrá que ver si esta vez el conjunto blaugrana puede mostrarse tan fuerte como aquella vez.