El primer fichaje del Barça 2022/23 no fue ni Robert Lewandowski, ni Jules Koundé ni Raphinha. Todos estos, los más famosos, llegaron después, pero el primero en comprometerse para ser blaugrana fue Pablo Torre. El fichaje del mediapunta cántabro se hizo oficial antes de que acabara la pasada temporada, cuando estaba inmerso de lleno en la lucha por el ascenso a Segunda División con el Racing de Santander. Se anunció su incorporación, pero acabó la temporada en el Racing y con ascenso, y siendo el mejor futbolista de su equipo, lo que le demostró a todos que la Primera Federación se le quedaba muy corta.
Pablo Torre no consigue convencer a Xavi Hernández
Por ese motivo se instaló la idea de que Pablo Torre iba a emular lo que hizo Pedri, que pasó de Segunda División a Primera y ni se inmutó. El barcelonismo estaba convencido que con Xavi Hernández tendría la oportunidad de jugar en Primera, y que le haría partícipe del equipo, pero no está siendo así. Sí que hizo la pretemporada con la primera plantilla, pero a la hora de la verdad, no fue convocado para el partido de liga contra el Rayo Vallecano. Atendiendo a esta situación, se han empezado a mover todos los actores.
Xavi Hernández habría dejado claro a Mateu Alemany que, hoy por hoy, no puede darle los minutos que desearía para que siga con su progresión. En el centro del campo, como interiores, el Barça tiene a Pedri como máximo referente, y a Gavi, Frenkie de Jong y Franc Kessie luchando por la otra posición, con la alternativa de Sergi Roberto y la posible llegada de Bernardo Silva, que conllevaría, o no, el adiós de Frenkie de Jong. En todo caso, Pablo Torre sabe que las puertas del primer equipo están cerradas.
Una cesión a Segunda División, la opción más factible
El Barça le ofrece la posibilidad de jugar con el filial, con quien tiene ficha pese a no haber entrenado nunca con ellos ni haber participado en ningún amistoso, pero él no quiere. Según explica el periodista Sergi Escudero en el Diari ARA, el cántabro no contempla esa opción. Considera que ya ha demostrado que el tercer escalón del fútbol español se le queda muy pequeño, y la opción que más se adecua es la de una cesión.
En ese caso, sería salir a préstamo a un equipo de Segunda División, un escalón intermedio, y todos los focos apuntan al Racing de Santander. Su ex equipo, y el club que lleva en el corazón, estaría más que encantado de hacerle hueco de nuevo para afrontar el salto de categoría con una de las mayores perlas del fútbol español. Parece que todas las partes saldrían ganando, y, si nada cambia en los próximos días, Pablo Torre volverá para ser profeta en su tierra.