Ernesto Valverde realizó una serie de peticiones a la directiva del Athletic Club de Bilbao durante todo el verano, pero no todas se pudieron concretar. La primera era retener a la gran estrella de la plantilla, Nico Williams, una cosa que sí pudieron hacer, evitando que acabara en el Barça, en el Manchester United, en el Chelsea, en el Paris Saint-Germain y en el resto de sus admiradores. Y la otra exigencia fue un nuevo refuerzo para el eje de la retaguardia.
No se conformaba con solamente tres efectivos, y su gran obsesión era conseguir el regreso de Aymeric Laporte, una cosa que no se pudo concretar por las elevadas exigencias económicas que tenía el Al-Nassr de Arabia Saudí. Así que al final tuvieron que recurrir a una solución de urgencia, como fue el retorno de Unai Núñez procedente del Celta de Vigo, mediante una cesión con opción a compra. Y también se escaparon Dani Rodríguez, Íñigo Vicente o Iván Martín.
Aunque fue Aimar Oroz el caso que más dolió a ‘El Txingurri’, que estaba totalmente obsesionado con la joven estrella de CA Osasuna. Había quedado maravillado con las increíbles condiciones que ha demostrado el prometedor atacante, y esperaba poder tenerlo a sus órdenes en San Mamés, para poder afrontar con total garantías las cuatro competiciones que disputarán esta campaña, contando con la Europa League y la Supercopa de España.
Durante algunas semanas, el acuerdo con el internacional español sub 21 se llegó a dar por cerrado, y en muchos periódicos afirmaban que era una simple cuestión de tiempo que fuera anunciado por el Athletic. Ofrecieron más de 10 millones de euros por el crack nacido en el año 2001, pero en todo momento las propuestas fueron rechazadas al instante en El Sadar, donde no querían saber absolutamente nada de la posible fuga de su perla.
Y al final, consiguieron el objetivo, y lograron que se quedara en Pamplona. Pero Valverde no perdía la esperanza de poder ficharlo en un futuro cercano, e incluso, en el mercado invernal.
Oroz acaba con las especulaciones y firma un nuevo contrato
Sin embargo, y por desgracia para Valverde y para el Athletic, Oroz sorprendió a todos recientemente con el anuncio de la renovación de su contrato, que se extenderá hasta el lejano 2029.
Una muestra de lealtad, que le llevará a seguir defendiendo los colores de Osasuna durante mucho más tiempo. Y en Bilbao han quedado sorprendidos, y se tendrán que olvidar de Aimar de manera prácticamente definitiva.