Cuando la gente se empieza a preguntar si un fichaje es necesario, no se puede decir que sea el mejor de los comienzos. Y eso es lo que le ocurrió a Raphinha, quien muchos se esperaban que llegara para convertirse en el sustituto de Ousmane Dembélé. Pero para sorpresa de todos en el Barça, primero anunciaron la renovación del internacional francés, y después la llegada de la estrella del Leeds United, a cambio de unos 55 millones de euros.
Un desembolso que era considerado demasiado elevado, teniendo en cuenta que Xavi Hernández ya disponía en la plantilla de Ferrán Torres, Memphis Depay y Anssumane Fati. Sin embargo, Mateu Alemany estaba convencido de que era una incorporación obligatoria, y que no podían dejar escapar la oportunidad de llevarse a uno de los mejores atacantes de la Premier League en las últimas dos campañas. Además, tenía un acuerdo cerrado con el futbolista, y no quería traicionarlo.
El problema es que cuando llegaron a ese pacto, esperaban que costara 25 ‘kilos’, gracias a una cláusula de rescisión que se activaba en caso de que su equipo hubiese descendido. Finalmente, Joan Laporta no tuvo más remedio que pagar prácticamente el doble. Por fortuna, muchos se olvidaron rápidamente de esa cifra, viendo el buen rendimiento que ofreció el brasileño en los amistosos de pretemporada, con un gran gol contra el Real Madrid que significó la victoria.
En los primeros partidos oficiales, Xavi Hernández demostró una enorme confianza en Raphinha, y así ha seguido siendo. El técnico del Barça tampoco tenía dudas a la hora de ser cuestionado por el ex del Stade Rennais o el Sporting de Portugal, y estaba convencido de que era un fichaje brutal. Por desgracia, las expectativas que se habían generado en torno a su figura han ido decreciendo poco a poco, viendo su irregularidad y sus actuaciones en algunos partidos de máxima exigencia.
El último, contra el Inter de Milán, en el cual pasó desapercibido, y no se atrevió a pedir la pelota. Lo mismo le ocurrió contra el Bayern de Múnich, las dos únicas derrotas que han cosechado los culés en lo que llevamos de curso.
¿Acertaron Alemany y Xavi?
Inevitablemente, muchos se cuestionan si Alemany y Xavi acertaron incorporando a un jugador que no hace acto de presencia cuando más se le necesita, y que era más un capricho que una necesidad real. Incluso muchos creen que hubiese sido mejor retener a Pierre-Emerick Aubameyang, a quien traspasaron al Chelsea, y olvidarse de Raphinha.
El extremo de 25 años ya está recibiendo las primeras críticas, y deberá de cerrar bocas con sus próximas actuaciones. En caso contrario, las dudas con él seguirán aumentando, e incluso podría llegar a perder la titularidad en el Barça…