El nombre de Gareth Bale, en las últimas temporadas, normalmente ha aparecido en los titulares por cosas no demasiado positivas. Si bien es cierto que en sus primeros años en el Madrid fue decisivo para conseguir tres Champions League seguidas, en las campañas más recientes, entre sus problemas físicos y sus desplantes, el madridismo ha acabado por perder los nervios y las esperanzas con él.
Su agente no se corta y va a por Ancelotti
Además, en las últimas horas hay que sumarle unas polémicas declaraciones del agente del futbolista, Jonathan Barnett. En una entrevista emitida este martes por Deportes Cuatro, Barnett fue preguntado sobre el partido clave que el Real Madrid disputa este miércoles contra el Chelsea, en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, y por si veía alguna posibilidad de que Bale tuviera minutos.
Su respuesta fue clara: "imposible", dijo. Y su justificación, culpar directamente a Ancelotti. "Él se queda siempre en el banquillo, así que al que habrá que preguntarle por qué no juega es al señor Ancelotti. No le critico, simplemente ha tomado una decisión y es que Bale no juegue. Pero, desde luego, es decisión suya, no del jugador", defendió el representante.
Esos palabras, como es lógico, no han sentado bien a Florentino Pérez, que ha podido interpretarlo como un ataque directo al club. Barnett ha querido culpar al técnico italiano de aislar a Bale y no dejarlo participar, cuando el Madrid siempre ha defendido que es el jugador quién, por sistema, se ha manifestado incapacitado para estar disponible.
"Lesionado" en el Clásico; 90 minutos con Gales
El Madrid le ha permitido acabar su contrato, y nunca le ha forzado a abandonar el club, y estas palabras pueden ser interpretadas como una traición del agente hacia Ancelotti y hacia la entidad. Además, en las últimas semanas, el compromiso de Bale con el equipo fue puesto en duda una vez más.
Hace un par de semanas, Bale no fue convocado en el Clásico contra el FC Barcelona por una supuesta lesión, pero solo cuatro días más tarde jugó los 90 minutos en la victoria de su Gales contra Austria, algo que levantó las sospechas del madridismo. Además, dijo que llevaba un año preparándose para ese partido, y los dos goles que marcó así lo demostraron.