Jude Bellingham es el jugador de moda en estos momentos en el Real Madrid, y en todo el panorama mundial. A pesar de que ya era un jugador conocido por todos gracias a las sensacionales campañas que realizó en el Borussia Dortmund, nadie podía imaginarse que tendría una adaptación tan rápida y sencilla a La Liga EA Sports. Y mucho menos que sería la referencia ofensiva de los de Carlo Ancelotti, hasta el punto de convertirse en el máximo goleador.
Florentino Pérez está encantado con el astro inglés, y no tiene ninguna duda de que la inversión de 100 millones de euros más 30 en variables ha merecido la pena. Aún tiene mucho trabajo por hacer para amortizar este coste, pero en el Santiago Bernabéu están convencidos de que pronto caerá en el olvido lo que pagaron por el ex del Birmingham City. Además, viendo la inflación que hay en el mercado, ahora mismo parece que incluso salió muy barato.
No fue sencillo conseguir la firma del centrocampista de 20 años, que como era de esperar, tenía muchas ofertas. Los mejores clubes del continente hicieron todo lo posible para comprarlo, y entre sus admiradores se colocó al Manchester City, al Chelsea, al Liverpool, al Bayern de Múnich o al Manchester United. También al Paris Saint-Germain, que estaba dispuesto a pagar una auténtica barbaridad para evitar que acabara en la capital de España.
Aparte de pagar más dinero en concepto de traspaso al BVB, también tenían intención de convertir a Bellingham en uno de los mejores pagados de todo el planeta. Le ofrecían un contrato irrechazable, y muy superior al que ahora mismo percibe en el Madrid. Nasser Al-Khelaïfi llegó a hablar personalmente con el futbolista y con su agente, que es su padre, pero no hubo ninguna manera de poder convencerle, ya que tenía decidido irse con Ancelotti.
No quería competir en una liga tan poco exigente como la Ligue1, y formando parte de un conjunto que tiene por costumbre hacer el ridículo en la Champions League.
Bellingham priorizó al Madrid antes que al dinero del PSG
Para Bellingham no hubo dudas a la hora de decidir su próxima parada, y rápidamente tomó la decisión de unirse al Madrid. No le importaba el dinero que el PSG podía llegar a poner sobre la mesa, y ni siquiera se tomó la molestia de escuchar a Al-Khelaïfi.
Una venganza de Florentino Pérez por lo ocurrido con Kylian Mbappé.