Neymar Junior será la ausencia más destacada en el partido que el Paris Saint-Germain disputará contra el Bayern de Múnich. Christophe Galtier ha confirmado que es imposible que el ‘10’ se recupere a tiempo, y por lo tanto deberá de prescindir de sus servicios en un choque crucial. Porque caer eliminados en octavos de final de la Champions League por segunda temporada consecutiva sería un fracaso, y provocaría una hecatombe.
De momento, empiezan con desventaja en la eliminatoria, y estarán obligados a remontar en el Allianz Arena el cero a uno de la ida. Lo tendrán que hacer sin una de sus grandes estrellas, debido a que el astro brasileño ha vuelto a caer lesionado, como ya es costumbre en los últimos años. Siempre tiene algún tipo de problema físico a mitad de curso, y es incontable la cantidad de partidos importantes que se ha perdido desde que aterrizó en Francia.
Lógico, por lo tanto, que en el Parque de los Príncipes se haya acabado la paciencia. Nunca ha asumido la responsabilidad de ser el líder del equipo, y a sus 31 años es evidente que nunca conseguirá serlo, ya que ahora mismo está a la sombra de Kylian Mbappé y de Leo Messi. Por lo tanto, prefieren que se marche traspasado antes de que se siga devaluando, y poder recuperar una pequeña parte de los 222 millones de euros que pagaron al Barça hace casi seis años.
Nasser Al-Khelaïfi considera que la etapa de ‘Ney’ en la Ligue1 debe de darse por finalizada, y no quiere tener otra campaña más a un crack con un sueldo tan elevado, y con un comportamiento tan tóxico, en el club. Porque ha sido acusado constantemente de no cuidarse como un profesional, y de tener una vida nocturna demasiado activa, lo que también puede explicar el por qué ha tenido tantas lesiones. Y están dispuestos a dejarle salir por un precio de ganga: se conformarían con menos de 60 ‘kilos’.
Ahora solo falta encontrar un comprador, una tarea que parece complicada, aunque han probado suerte ofreciéndolo al Real Madrid.
Florentino Pérez no quiere a Neymar ni gratis
Florentino Pérez no solo no se plantea la contratación de Neymar, sino que no lo quiere ni aunque llegara gratis. Cree que es un futbolista en declive, que ya no es uno de los mejores del planeta, y que tan solo podría traer problemas, además de pedir una ficha astronómica.
Y aún no olvida la traición que experimentó en 2013, cuando firmó por el Barça después de tener todo acordado para aterrizar en el Santiago Bernabéu.