Nasser Al-Khelaïfi no parará hasta lograr que el París Saint-Germain sea considerado un grande del fútbol europeo, ser tratado con el mismo respeto que clubes como el Barça, el Real Madrid, el Bayern, el Manchester United o la Juventus. El presidente del PSG sabe que su club, como el Manchester City o el Chelsea, son vistos con ojos recelosos por los históricos, y la mejor forma que tiene para romper esta imagen es la de ganar Champions Leagues y, para ello, necesita el equipo más competitivo posible.
Además, la otra forma que tiene el PSG de hacerse respetar es la de competir sin escrúpulos contra sus rivales directos en los despachos. Si unos apuestan por la Superliga, el PSG va a la contra, hasta lograr que Al-Khelaïfi sea el presidente de la ECA y amigo de Ceferin. Si el Real Madrid quiere fichar a Mbappé, Al-Khelaïfi se niega, a costa de perder dinero. Y si el Barça tiene jugadores que pueden salir, el PSG va a por ellos, sin compasión. Ya lo hizo con Neymar y con Messi, y ahora lo va a hacer con Ousmane Dembélé.
El PSG vuelve a entrometerse en el futuro del Barça
Y es que en los últimos años el PSG ha conseguido minimizar el poder del Barça en los despachos. Se negó a vender a jugadores como Thiago Silva, Marquinhos, Verratti o Rabiot, mientras que iba arrebatando estrellas, con la fuga de Neymar como momento culminante. Ahora, el Barça está intentado por todos los medios renovar a Dembélé a la baja, para poder inscribir a Ferran Torres. A las malas, el club blaugrana aceptaría un traspaso a la baja. El problema es que el PSG, otra vez, se ha metido por el medio y ya ha acordado la llegada de Dembélé, para el próximo verano.
Dembélé sabe que no se debe mover del Barça, negarse a irse, aunque sea a cambio de estar 5 meses en la grada. El extremo francés, de hecho, es consciente de que Xavi Hernández le necesita, por lo que muy posiblemente acabará jugando, aunque se niegue a renovar.
Recambio de Mbappé en el PSG
Si el jugador cumple, el PSG le pondrá encima de la mesa una espectacular prima de fichaje, a la que se añadirá un gran contrato, tanto en duración como en ficha. Dembélé volverá a casa, a Francia, y será uno de los sustitutos de Kylian Mbappé, para formar un tridente ofensivo de gran nivel junto a Messi y Neymar, lo que le abriría las puertas de la selección francesa de cara al Mundial de Qatar de 2022.
Mientras, el Barça sigue remando a la desesperada, para hacerle ver a Dembélé de que debería tener un gesto con el club que le ha dado todas las facilidades y le ha pagado suculentos salarios a cambio de un rendimiento deportivo mediocre. Al-Khelaïfi parece que ha vuelto a conseguirlo.