Con una plantilla repleta de estrellas y de talento, la gran preocupación del PSG y de Al-Khelaïfi es lograr una buena gestión del vestuario, lidiar con la lucha de egos para que todos los jugadores vayan a una y, de este modo, poder luchar por ganar la ansiada Champions League. Y es que el temor es que se creen subgrupos, como parece que ya empieza a suceder con Messi, Neymar, Paredes, Di Maria, Achraf y Verratti, con Mbappé como gran perjudicado, pues el francés parece estar quedando apartado, y más tras su intento de fuga al Real Madrid.
A todo ello se une el malestar creciente en las altas esferas del club parisino por las suspicacias de que Neymar no está llevando una vida privada demasiado ejemplar. El brasileño ha vuelto de las vacaciones fuera de forma y más rebelde de lo habitual, lo que unido a los constantes rumores sobre sus salidas nocturnas han encendido todas las alarmas, sobre todo por el temor de que el 10 del PSG arrastre con él a Leo Messi.
Messi lo niega
Según informan en Francia, la preocupación ha llevado a Mauricio Pochettino a hacer indagaciones por su cuenta con los jugadores más próximos a él, entre los que se encuentra Messi, pero la respuesta ha sido que Neymar sigue como siempre y trabajando para recuperar su mejor forma lo antes posible. La duda, pues, es evidente. Los rumores son falsos o son ciertos y los jugadores del entorno de Neymar lo están protegiendo.
De momento, el PSG va a seguir a la expectativa, pues es sobresabido que Neymar acostumbra a tener altibajos, pero que a la larga siempre acaba rindiendo a un alto nivel y siendo decisivo. Todo se complicará si no hay mejora, pues con Mbappé cada vez más convencido de abandonar el Parque de los Príncipes la próxima temporada el proyecto del PSG quedará centrado y dependiente en Leo Messi y Neymar.
Neymar y Mbappé, en crisis
A todo ello se une el enorme incendio que se produjo en la última jornada de la Ligue 1, en la que las cámaras de Canal + Francia pillaron a Mbappé enfadadísimo con Neymar, acusándole de no pasarle la pelota e incluso soltando algún improperio subido de tono.
El club intentó taparlo en boca de Pochettino, que afirmó en rueda de prensa que la relación entre ambos es excelente. Y después fue el turno de Leo Messi, que tras marcar su golazo contra el Manchester City llamó con insistencia a Mbappé, que le había dado la asistencia, para que se uniera a la piña que formaba el argentino junto a Neymar. Y después del partido, los 3 cracs se fotografiaron juntos y sonrientes en el vestuario en otro claro mensaje de tranquilidad, para intentar calmar los ánimos.
Lo cierto, sin embargo, es que durante el partido se volvió a ver una falta de entendimiento entre Neymar y Mbappé. De hecho, una jugada en la que el brasileño le podría haber dado un gol masticado al francés, pero optó por disparar fuera. Parece que los problemas empiezan a surgir en el París Saint-Germain. Es lo que tiene acumular egos muy altos en un mismo vestuario.