Endrick ha aterrizado en Madrid y está siendo uno de los grandes protagonistas de la pretemporada del club blanco. El ex del Palmeiras ha llegado como una de las grandes joyas del futbol brasileño. La expectación que se tiene en el Bernabéu con él es enorme. Es un jugador del que se esperan grandes cosas.

Pero lo cierto es que los minutos que ha tenido en pretemporada no han sido precisamente ilusionantes. El delantero no ha marcado ni un gol y no ha dejado buenas sensaciones. Las dudas empiezan a crecer en torno a su figura.

Con todo este ruido a su alrededor, Carlo Ancelotti ha decidido tomar cartas en el asunto y hablar cara a cara con el jugador.

Ancelotti se lo deja claro

Y es que el técnico italiano ha querido tranquilizar al futbolista. Ancelotti, con su experiencia y su tacto con los jugadores, ha querido dejarle claro a Endrick que se lo debe tomar con calma. Que solo tiene 18 años y que la responsabilidad que le van a poner en su cabeza no es tan alta.

Endrick Brasil / Foto: Europa Press

Eso sí, Ancelotti ha lanzado un aviso a Endrick. Y es que lo ha visto demasiado pendiente de cosas que no tienen que ver con el fútbol. Ancelotti le ha pedido que se aleje de las cámaras y del foco mediático, que se centre en dar la mejor versión futbolística en los entrenamientos para ser el mejor jugador posible.

Ancelotti le ha dado el ejemplo de Vinicius. Esfuerzo y trabajo para convertir sus defectos en sus virtudes, sacar su mejor versión y convertirse en uno de los mejores del mundo.

Vinicius lo arropa

Mientras el propio Vinicius también ha tenido un acercamiento con Endrick. Él sabe bien lo que es llegar desde Brasil y sentir la presión del fútbol en Europa en el Real Madrid.

Por eso ha querido hablar con Endrick para tranquilizarle y transmitirle el apoyo del vestuario. Que tendrá que adaptarse poco a poco a lo que es el Real Madrid y que todo llega con paciencia.

En el vestuario madridista todos confían en las capacidades de Endrick, pero saben que tendrán que tomarlo con calma y ser pacientes con él, porque el desafío que tiene por delante no es sencillo.