El arranque de temporada en el Real Madrid no ha sido el esperado. Tras un empate inesperado en Mallorca en el debut liguero, los problemas en el equipo de Carlo Ancelotti parecen multiplicarse. Más allá del resultado en el campo, la gestión de los minutos y los egos dentro del vestuario comienza a ser una preocupación real para el técnico italiano. Uno de los casos más delicados es el de Arda Güler, quien, tras ser una de las sensaciones en la pretemporada, ahora empieza a mostrar signos de descontento.
Arda Güler, el joven talento turco que llegó al Madrid con muchas expectativas, tuvo muy pocos minutos ante el Mallorca. Ancelotti optó por mantener en el banquillo a Güler hasta la recta final del encuentro, algo que ha generado incomodidad en el jugador. La promesa de un protagonismo mayor esta temporada parece desvanecerse, especialmente ante la competencia feroz en la delantera del Real Madrid.
Con la llegada de Kylian Mbappé y la presencia consolidada de Vinicius y Rodrygo, Güler se ve cada vez más relegado. A sus 19 años, el turco es consciente de que en los partidos importantes le será muy complicado quitarle el puesto a alguna de las estrellas consagradas. Aunque Ancelotti intentó calmar los ánimos asegurándole un rol importante en la rotación, la realidad es que en el esquema del técnico italiano, donde los pesos pesados tienen prioridad, Güler podría verse reducido a ser un suplente de lujo.
Este malestar no solo se percibe en el jugador, sino también en su entorno. Fuentes cercanas a Güler han dejado entrever que si esta temporada no recibe los minutos que esperaba, empezará a valorar seriamente la posibilidad de buscar un nuevo club. La situación es delicada, ya que se trata de uno de los proyectos de futuro más prometedores del Real Madrid, y perder a Güler por falta de minutos sería un golpe duro para la planificación a largo plazo del club.
Por otro lado, la situación de Endrick, otra joven promesa, no es mucho mejor. El brasileño tampoco jugó ni un minuto en Mallorca, aumentando las dudas sobre su rol en el equipo. Ancelotti tendrá que manejar con mucho cuidado estas situaciones si no quiere que la tensión en el vestuario aumente y se convierta en un problema mayor a lo largo de la temporada.
El Real Madrid, conocido por su capacidad para gestionar estrellas y egos, ahora enfrenta un desafío interno. La competencia por un puesto en el once titular es feroz, y aunque esto suele ser positivo en términos de rendimiento, también puede generar tensiones si no se maneja adecuadamente. Ancelotti, con su vasta experiencia, sabe que deberá encontrar el equilibrio perfecto para mantener a todos sus jugadores comprometidos y motivados, pero el caso de Arda Güler parece ser un desafío particularmente complejo.