El Gran Premio de MotoGP de Aragón nos ha traído uno de los fines de semana más intensos del campeonato. Y los hermanos Márquez han sido los dos grandes protagonistas, pero por razones completamente diferentes. Por un lado, Marc volvió a ganar una carrera después de 1.043 días, lo que ha significado un punto de inflexión en su carrera. Pero la felicidad no era completa en Cervera, porque Álex no pudo acabar la carrera a causa de una caída.
Pero la polémica con el pequeño de los Márquez continúa horas después de acabar la carrera. Y es que la caída se produjo por un contacto innecesario entre el catalán y el líder del Mundial, Pecco Bagnaia, que también fue al suelo y perdió un montón de puntos sobre Jorge Martín. Las opiniones sobre quién tiene la culpa del accidente son muy diversas, pero la tensión creció por las declaraciones del mismo piloto italiano y otros compañeros de profesión que no gustaron nada a Márquez. Hoy, Álex no ha dudado a la hora de defenderse.
Las acusaciones de Bagnaia y Bezzecchi
El piloto de Ducati consideró que la culpa era del catalán, y que la acción había sido más peligrosa de lo necesario: "Es preocupante que haya pilotos que hagan segund qué cosas", declaró el italiano. "Los datos revelan que, después del contacto, pasó de acelerar del 40% al 60%. Es peligroso correr con alguien que hace estas cosas. Normalmente, intentamos evitar los contactos, pero los datos demuestran que hay gente que no lo ve así", añadía, muy enfadado.
El accidente siguió cogiendo magnitud fuera de la pista, cuando otro italiano, también salido de la academia de pilotos Valentino Rossi (el gran rival de Marc Márquez desde el 2015), Marco Bezzecchi, dejó caer su opinión sobre el asunto: "Está claro que cuando Pecco lo adelantó era imposible que Álex no lo hubiera visto. O es ciego o no quería verlo". Estas declaraciones fueron en respuesta a las del catalán, que había asegurado que con el ángulo del adelantamiento le costó ver dónde estaba exactamente Bagnaia.
La reacción de Márquez
Este mediodía, el de Cervera ha querido cerrar el tema con un mensaje en las redes sociales. Con estas declaraciones rechaza el comportamiento de los pilotos que lo han acusado de antideportivo y pide pasar página para poder concentrarse en las próximas carreras y la lucha por el Mundial, que está más viva que nunca después de Aragón. El mensaje es el siguiente:
"Después de ver algunas declaraciones, me gustaría explicar lo siguiente: jamás provocaría un choque con otro piloto de forma deliberada ni aceptaré que se me acuse de ello, no va con mi ADN ni con el de este deporte. Cada uno puede creer una u otra versión. Lo más importante para mí es la conversación que ayer tuve con Pecco y, por mi parte, queda el tema zanjado. Ahora toca descansar y recuperar el cuerpo para estar al 100% en Misano".