Álex Márquez está viviendo su mejor momento desde que aterrizó en la categoría reina del motociclismo. Piloto del equipo Gresini, estructura satélite de Ducati, logró hace apenas unos días su primera victoria en MotoGP, y lo hizo nada menos que en el circuito de Jerez, uno de los trazados más icónicos del calendario. Con esta victoria, tras 94 carreras y seis temporadas de esfuerzo, Álex se convirtió, por primera vez, en líder del Mundial, algo que parecía casi impensable hace unos años.
Sin embargo, este éxito deportivo no ha borrado del todo una sombra que le ha acompañado desde que comenzó su carrera: ser “el hermano de Marc Márquez”. En una entrevista concedida a El País antes del Gran Premio de Francia en Le Mans, Álex fue especialmente honesto al abordar un tema que pocas veces se toca con tanta claridad. “Se me ha hecho bola algunas veces ser el hermano de Marc”, confesó. Puede que no empiece a llevar del todo bien vivir a su sombra.
Álex Márquez, líder de MotoGP por primera vez en casi 100 carreras
Por otro lado, aunque asegura que ha aprendido a aceptar esa identidad, también ha dejado claro que no es fácil convivir con esa etiqueta. “Hay que tomárselo con naturalidad y espontaneidad”, afirmó en declaraciones recogidas por Portaltela, tratando de quitarle hierro al asunto, aunque no pudo evitar mostrar cierto desgaste emocional. Su trayectoria ha estado siempre bajo el escrutinio que implica compartir paddock con uno de los mejores pilotos de todos los tiempos, y eso pasa factura.
A pesar de todo, Álex se muestra más centrado que nunca. La victoria en Jerez fue una especie de liberación emocional. Describió la sensación como una “montaña rusa de emociones”, que le llevó del vacío al éxtasis en cuestión de segundos. Asegura que le costó dos días procesar lo que había conseguido y que, aunque ahora esté en lo más alto, su rutina no ha cambiado. “Sigo sintiéndome igual”, dijo, reafirmando su compromiso con el trabajo constante y la humildad.
Álex Márquez está listo para luchar por el Mundial
Álex también valoró el apoyo recibido por parte de otros pilotos y equipos, algo que le hizo sentirse especialmente agradecido. Sin embargo, no se deja llevar por la euforia. Sabe que la consistencia será clave si quiere mantenerse en la lucha por el campeonato. “No me considero el más fuerte. Somos un equipo independiente, muy pequeño”, reconoció, apuntando a la confianza en la nueva moto como uno de los factores determinantes para su mejora.
Respecto a sus aspiraciones, se muestra realista pero ambicioso. “Si existe una mínima posibilidad, hay que creer en ella”, dijo, dejando claro que no piensa desaprovechar ninguna oportunidad. En lo personal, Álex asegura encontrar equilibrio en momentos de tranquilidad y naturaleza, lejos del ruido mediático, y también lejos de la sombra de su hermano.