El hermano y compañero de equipo de Marc Márquez, Àlex, ha hablado sobre la nueva lesión de húmero de que el trueno de Cervera sufrió el lunes pasado, cuando la placa de titanio que tenía que curar la fractura del hueso quedó dañada, hecho que imposibilitará que dispute el Gran Premio de la República Checa y complicará seriamente sus aspiraciones de revalidar título. Según explica el menor de los Márquez, el ocho veces campeón del mundo sufrió un 'accidente' doméstico.
"Lo que le pasó le puede pasar a cualquier persona en casa. Se despertó para sacar a los perros a pasear y abrió un ventanal bastante grande que da acceso al patio, pero cuando lo abrió se le rompió la placa de titanio. Nos despertó a mí y al fisioterapeuta porque ya sabía que se le había roto", ha apuntado.
"Fue lunes por la mañana. Llamó a Emilio (Alzamora, su agente) y al doctor Xavier Mir y fue inmediatamente a Barcelona. Yo, como tenía test de coronavirus aquel mediodía, bajé más tarde", explica el menor de los Márquez.
En la capital catalana, el piloto de Honda fue operado con éxito por el doctor Mir y el equipo del Hospital Universitario Dexeus, donde se le sustituyó la placa de titanio y estuvo ingresado 48 horas antes de recibir el alta.
Balance positivo
Àlex Márquez, por otra parte, también ha hablado sobre su inicio de temporada, la primera en MotoGP y la primera (y última) en Honda, equipo en el cual compite con su hermano. "Soy un piloto a quien le cuesta adaptarse a una categoría nueva, y después de tantos meses parados, todavía más. Por eso es difícil sacar conclusiones de estos dos Grandes Premios, han sido especiales", ha dicho.
El menor de los Márquez, sin embargo, ha hecho balance positivo de sus dos primeras carreras. "Estoy contento porque ha habido evolución constante y no nos hemos estancado. Hay progresión, cada día me siento mejor en la moto y sabemos que hay dos aspectos que hay que mejorar ahora, la clasificación y no perder tanto tiempo en las primeras vueltas", ha sentenciado.